UNA ESPECIE IRRESPONSABLE Y ARROGANTE
Por John Mayshash*
GRANDES HAZAÑAS …
Hace 522 años que una parte del continente americano fue invadido por fuerzas colonizadoras que solo dejaron destrucción, muerte y saqueos de oro, y bienes territoriales que se perdieron en el tiempo.
Hace más de 195 años que la revolución industrial, inició un proceso que se creyó de superación para el hombre: se excluyó el proceso económico rural de los cultivadores y se pasó a uno que prometía más prosperidad para el mundo moderno.
Hace más de 54 años, se inició otra carrera intrépida que sobrepasó toda expectativa económica, con un gasto fuera de órbita de las dos potencias mundiales del momento, la Unión Soviética y Estados Unidos. Ambos compitieron por una carrera espacial que hasta ahora solo ha dejado basura cósmica, desechos orbitando sobre el planeta, astronautas muertos y, eso sí, satélites de guerra y muerte que amenazan constantemente con misiles contra la tierra y todos sus habitantes.
Hace menos tiempo, se habla sobre la protección ambiental, la economía inteligente que pueda preservar el planeta contra gases tóxicos, aerosoles peligrosos que destruyen la capa de ozono, contra el co2 de la industria que envenena a cada uno de los habitantes del planeta. El calentamiento global, el efecto invernadero, los cambios climáticos y la falta de agua, son solo algunos temas que se han convertido en punto viciado de todas las reuniones que en el mundo se realizan, sin obtener una solución concreta, realizable y definitiva para salvar al planeta.
Actualmente, en el siglo XXI, en pleno año 2014, se habla sobre los riesgos, muy posibles, casi imparables, diría yo, respecto a una gran hambruna mundial.
SOLO PROPÓSITOS CAMUFLADOS E INÚTILES
Esas grandes reuniones, a las que me refería anteriormente, han sido solo propósitos camuflados y engañosos de algunos mal llamados líderes mundiales, que tampoco se preocupan por salvar el planeta. Ciertamente, solo se preocupan por sus jugosos viáticos, sus comisiones burocráticas y sus lustrosos escritorios; en despachos alcanzados con intrigas y mentiras políticas.
Muchos gobiernos, al menos han sido sinceros y han negado sus firmas y compromisos, quizás viendo la negligencia e ineptitud de los otros que si han firmado acuerdos y convenios, que nunca han sido cumplidos y, a lo más concreto que se ha llegado es a la fotografía de cierre para la prensa, del publicitado pero engañoso acuerdo. Total, el planeta sigue en deterioro.
UN PROBLEMA INMINENTE Y ACTUAL
Hace 5 años, 860 millones de personas morían de hambre en todo el globo terráqueo. Moría cada 5 segundos una persona por simple inanición y se perdían 1.300 millones de toneladas de alimentos en los países industrializados y ricos.
En la actualidad, muere una persona cada segundo en el mundo por hambre, se desperdician alrededor de 2.200 millones de toneladas de alimentos, con un costo de 950.000 millones de dólares por año.
En el continente africano, se registran 300 muertes de niños cada minuto por falta de alimentación y en América del Sur son alrededor de 100 personas que en un minuto pierden la vida por no tener que comer. Las estadísticas en Centro América no son muy alentadoras tampoco, e incluso en este año que transcurre, en los Estados Unidos, muere una persona indigente cada día por frío en invierno y calor en verano, así como por hambre.
GASTOS ILIMITADOS
Los gastos ilimitados para financiar guerras, comprar armas, producir y comprar drogas, viajar al espacio, sostener burocracias, coronas, principados, pontificados, malos gobiernos, ineptos diplomáticos, corruptos senadores y políticos de turno, son sencillamente, astronómicos.
Pero para invertir en investigación, para producir alimentos a bajos costos, cultivables en diversas zonas y climas, posibles soluciones para eliminar y erradicar el hambre, no hay disponibilidad, voluntad, ni dinero, en ningún país del mundo.
TODO ESO, DEFINITIVAMENTE, NOS HACE UNA ESPECIE IRRESPONSABLE Y ARROGANTE. Pero esa irresponsabilidad y arrogancia, nos llevará sin retorno; a nuestra propia extinción. Manos a la obra: hay que revertir esta situación.
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* John Mayshash es fotógrafo y periodista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Realizó estudios de Periodismo Cultural en España. Estudió artes visuales y fotodiseño en Francia. Ha colaborado como periodista integral en revistas internacionales como National Geographic, Geomundo, Vida Silvestre, Fotomercadeo, Viajes y Aventura. Es colaborador del periódico El Colombiano de Medellín. Dentro del periodismo cultural, se especializó en temas como la ecología y conservación ambiental. Es miembro colaborador voluntario de Proaves y conferencista universitario.