EL EXTERMINIO DEL RINOCERONTE
Por John Mayshash*
En el equilibrio natural, el hecho de que algunos animales cacen para sobrevivir, está establecido. También que los animales por naturaleza tengan necesidad de afrontar peligros y depredadores, después de todo, la naturaleza sabe compensar la sobrepoblación, y las carencias o deficiencias que suelen vivir los animales en la selva o en los bosques.
Un maravilloso animal de las praderas africanas y las regiones asiáticas es el rinoceronte. Mamífero perisodáctilo, herbívoro, de la familia de los rinoceróntidos, que en la actualidad prácticamente está extinguiéndose gracias al hombre, el más peligroso depredador y enemigo de todo ser vivo del planeta tierra, ya que este, el hombre, es el único animal que mata a los de su propia especie y a toda especie.
Ya no veremos más rinocerontes
Realmente, el rinoceronte no tiene depredadores, quizás por ser uno de los animales más grandes de la tierra, tal vez por su piel, que se constituye en una armadura, o por su excelente olfato y oído, los cuales les ayuda a percibir el peligro. Hasta el año pasado (2013), la estadística mostraba que solo quedaban 6000 ejemplares de este precioso cuadrúpedo en todo el mundo, contando los que hay en zoológicos. Actualmente, ya a finales de este año 2014, la caza indiscriminada de este animal lo ha diezmado a tal punto, que solo quedan en los parques africanos 600 de ellos.
De los 200 grupos del rinoceronte negro (Dicerus bicornis), ya solo quedan 10.
Del rinoceronte blanco (Ceratotherium simum), quedan en África 600.
Del rinoceronte Indio (Rhinoceros unicornis), parece que solo hay 5 en zoológicos.
Del rinoceronte de Java (Rhinoceros sondaicus), no queda ninguno.
Del rinoceronte de Sumatra (Didermocerus samatrensis), no queda ninguno.
Una razón absurda
El rinoceronte adulto es perseguido y asesinado por sus cuernos, así como también asesinan delfines y ballenas, tiburones y elefantes, los cazadores furtivos se amparan en la justificación más absurda y es aquella que publican algunos medios poco responsables al decir que uno u otro de los apéndices de estos animales sean afrodisíacos, de los que se extraen “medicamentos” para la potencia sexual, por lo cual son pagados por un comercio solapado y cómplice de estos cazadores; a través de grandes sumas de dinero.
Protección con pocos resultados por falta de dinero
La Fundación Internacional para la protección del Rinoceronte, es una organización importante para la conservación de estos animales. La aprobación de leyes que reducen la destrucción de su hábitat es también importante.
La conciencia global resulta primordial cuando se trata del rinoceronte. Dado que sólo viven en estado salvaje en Asia y África, existe una falta de información más profunda en muchos países. Lo mismo ocurre respecto al financiamiento económico para sustentar el propósito de la fundación, el cual es proteger y preservar esta especie en su estado salvaje o al menos en reservaciones vigiladas por los gobiernos.
Hoy, las Naciones Unidas, compuesta de representantes de muchos países, se encuentra comprometida en su protección, entienden que el equilibrio de los ecosistemas presentes en estos ambientes podría ser perjudicial; máxime si el rinoceronte es aniquilado y extinguido.
En estos santuarios los animales pueden tener atención médica y se les ayuda a encontrar comida y agua para sobrevivir. Pero el costo de operación de estas instalaciones es muy alto, por lo cual se requieren donativos y voluntarios permanentes, así como un gran movimiento a nivel mundial que repudie esta cacería bárbara e intolerable.
La caza furtiva continúa
Pese al cuidado en los parques de África y Asia, por parte de guardabosques y militares, la caza furtiva continúa, siendo la mayor amenaza para el futuro del rinoceronte y aunque los esfuerzos de conservación se centran en santuarios donde estos animales tienen protección y la libertad de vagar libremente, los cazadores buscan la manera de franquear esta vigilancia y asesinan los animales que se encuentren alejados de sus cuidadores.
Vergüenza ajena, sentimos muchos los amantes de la naturaleza, ver las imágenes dantescas captadas por fotógrafos y militares, cuando encuentran un rinoceronte masacrado por estos desadaptados asesinos. NO HAY MÁS OPORTUNIDADES PARA DETENER ESTA MATANZA. PROTESTEMOS A NIVEL MUNDIAL POR ESTA VIL DESTRUCCIÓN.
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* John Mayshash es fotógrafo y periodista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Realizó estudios de Periodismo Cultural en España. Estudió artes visuales y fotodiseño en Francia. Ha colaborado como periodista integral en revistas internacionales como National Geographic, Geomundo, Vida Silvestre, Fotomercadeo, Viajes y Aventura. Es colaborador del periódico El Colombiano de Medellín. Dentro del periodismo cultural, se especializó en temas como la ecología y conservación ambiental. Es miembro colaborador voluntario de Proaves y conferencista universitario.