EL FUEGO NO ES UN JUEGO
Por John Mayshash*
En África, las tempestades eléctricas suelen ser las principales causantes de los fuegos forestales en los parques y reservas naturales, generalmente estos parques gozan de protección especial por parte del gobierno, que ha puesto guardabosques y soldados de su ejército preparados para proteger la gran variedad de animales en peligro de extinción que allí habitan. Sin embargo, estas tempestades logran franquear la seguridad de los parques como el Serengueti, el Ngorongoro y el Amboseli en Tanzania y Kenia, sobre todo en tiempos de sequía, produciendo un arrasamiento de los pastos secos y de muchos animales que no emigran y que se mantienen bajo este clima en determinadas épocas del año.
Un incendio es sinónimo de destrucción implacable, los vientos y el calor condensado en el terreno, hacen que este se propague velozmente por toda la sabana sin dejar respiro a las fuerzas antiincendios. Estos fenómenos suelen traducirse siempre en pérdidas lamentables para residentes, científicos y naturalistas.
En todo el planeta, en la mayoría de países, los incendios causan pérdidas irreparables, ya que muchas especies de insectos, aves y animales de campo pueden morir y acelerar así su extinción.
Un incendio forestal es la inflamación ardiente de fuego que se propaga sin control, ya que no hay freno para que se extienda, consumiendo generalmente material vegetal seco o semiseco y todo cuanto habite en las áreas afectadas.
Otras causas de los incendios forestales, además de la mencionada, son: Erupciones volcánicas, combustión producida por radiación solar, caída de líneas eléctricas sobre la vegetación seca o tejados secos de granjas, establos o graneros, efectos de calor causados por el sol sobre espejos, vidrios, lentes o cierto tipo de plásticos, olvidados en la vegetación por personas que han acampado o han pasado por las zonas afectadas por sequías, caída de globos que contienen materiales incendiarios como los lanzados en épocas navideñas en algunos países donde no son prohibidos, materiales militares en operaciones de rastreo y observación nocturna como las bengalas, acción de pirómanos que por instintos criminales realizan actos contra la naturaleza y los bienes ajenos, incendios de regeneración de tierra de cultivo que se usa en algunos países y que se salen de control, fogatas de campamentos abandonadas sin extinguir, cigarrillos mal apagados por fumadores incautos.
CONSECUENCIAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES
La desaparición de los árboles y la cubierta vegetal destruye el medio ambiente, acelera la erosión y multiplica la carga de sedimentos de los ríos, haciendo que las inundaciones estacionales sean mucho más graves.
Repercuten negativamente en la economía de un país o región, pues tienen alto impacto en el hábitat, los efectos sobre todas las riquezas naturales son irrecuperables y tras largos períodos de tiempo no se pueden volver a restaurar.
Se pierde el contenido de humedad del suelo y se disminuye la capacidad de retroalimentación de las plantas en general.
Con respecto a las aguas, estas se presentan turbias por la ceniza y cuerpos calcinados que ocasionan sedimentaciones que perjudican la fauna acuática. El consumo de agua por el hombre se perturba ya que esta agua no sería potable.
En el aire, el humo y las partículas incandescentes que los vientos traen; son altamente perjudiciales ya que ocurre un sobrecalentamiento de este elemento, aumento de la temperatura en la atmósfera que altera el ambiente por el efecto invernadero.
En el personal que interviene para tratar de controlar los incendios forestales, como policías, bomberos, defensa civil y voluntarios, así como a quienes habitan en los lugares afectados y aledaños, se producen intoxicaciones, enfermedades de las vías respiratorias y problemas como reacciones alérgicas en ojos y piel.
Por lógica, se pierden también animales domésticos, cosechas, granjas completas y viviendas; como ocurre en Estados Unidos y Australia frecuentemente, causando muertes de personas que quedan atrapadas en sus casas, vehículos y granjas.
TIPOS DE FUEGOS FORRESTALES Y SU CONTROL
Se suelen distinguir tres tipos de incendio forestal: los fuegos de suelo, que queman la capa de humus del suelo del bosque, pero no arden de forma apreciable sobre la superficie; los fuegos de superficie, que queman el sotobosque y los residuos superficiales; y los fuegos de corona —que suelen ser los mayores y más graves— que avanzan por las copas de los árboles o arbustos.
Uno de los aspectos más importantes en el control de los incendios forestales es que haya un sistema que permita localizarlos antes de que tengan ocasión de extenderse. Las patrullas forestales con base en tierra y las torres de vigilancia han sido, en gran medida, útiles. Ahora están desplazadas por aeroplanos o helicópteros que detectan los incendios y determinan su localización.
Los fuegos de suelo, una vez declarados, son difíciles de extinguir. Cuando la capa de humus no es muy profunda, es posible apagarlos con agua o arena. En la mayor parte de los casos, no obstante, se controlan excavando zanjas a su alrededor y dejando que se extingan por sí mismos.
Los fuegos de superficie se limitan limpiando el área adyacente de vegetación baja y restos, o haciendo cortafuegos de emergencia para confinar el área.
Los fuegos de corona son difíciles de extinguir. Se puede dejar que lo hagan por sí mismos, pueden ser detenidos con agua, o limitarse por medio de contrafuegos. Las áreas de contrafuego se crean quemando con cuidado una franja de bosque a sotavento del incendio para que cuando el fuego llegue al área quemada no pueda ir más allá.
CUANTÍA DE LAS PÉRDIDAS POR INCENDIOS FORESTALES
Solamente en los Estados Unidos y Canadá, las perdidas por causa de los incendios forestales suelen ser multimillonarias. Cada año los millones de dólares sobrepasan los informes del año anterior. En California grandes cantidades de dinero se cuantifican por daños en la propiedad privada, ya que los incendios dominan sectores habitados por empresarios, personajes de la farándula y el cine, que construyen sus mansiones en lugares montañosos boscosos muy expuestos a los fuertes vientos que hacen del fuego un devorador inclemente con los incendios en las fuertes sequías del verano.
En Colombia, departamentos como el Atlántico, Valle, Huila, Caldas, Quindío, Chocó, Santander del Norte y Santander del Sur, son altamente vulnerables a los incendios en épocas de verano. Los Departamentos de Cundinamarca y Boyacá, no son la excepción. Anualmente se contabilizan pérdidas económicas ocasionadas por los grandes incendios forestales, que son motivo de la pérdida de especies irrecuperables en flora y fauna, cuyo valor es superior a las cuantías económicas. Las prácticas de recuperación de la tierra que se hacen provocando quemas, son altamente peligrosas, en muchos países los gobiernos ya han tomado cartas en el asunto, castigando a quienes realizan este tipo de maniobras con penalizaciones en dinero y cárcel.
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*John Mayshash es fotógrafo y periodista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Realizó estudios de Periodismo Cultural en España. Estudió artes visuales y fotodiseño en Francia. Ha colaborado como periodista integral en revistas internacionales como National Geographic, Geomundo, Vida Silvestre, Fotomercadeo, Viajes y Aventura. Es colaborador del periódico El Colombiano de Medellín. Dentro del periodismo cultural, se especializó en temas como la ecología y conservación ambiental. Es miembro colaborador voluntario de Proaves y conferencista universitario.