Cronoquimia diletante

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VICENTE, EL DE LAS TENDENCIAS Y EL QUE SIEMPRE VA PA’ DONDE VA LA GENTE

Por Gloria N. Ramírez-Oliveri*

«El hombre se está acostumbrando a aceptar
pasivamente una constante intrusión sensorial […]
que termina siendo una servidumbre mental,
una verdadera esclavitud. Pero hay una manera
de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse».
(Ernesto Sábato “La Resistencia”).

Con la misma velocidad que se imponen las tendencias, surgen quienes se resisten a seguirlas. Los que así actúan tienen muy claro lo que les gusta y lo que no. En sus acciones no hay lugar ni para el azar ni para la flexibilidad que en ocasiones imponen las circunstancias. Los dictadores de sus propias leyes saben lo que desean, y que nadie se atreva a opinar.

Por ejemplo, lo que sería un plácido domingo para los amantes de las tendencias podría convertirse en la más pavorosa pesadilla para quienes se deleitan con los apacibles lunes o los discretos martes. Entre los que reaccionan tampoco faltan los entusiastas del miércoles, a veces extendidos hasta las mañanas del jueves. Sólo hasta aquí llegan. El viernes ya es demasiado. Los fines de semana, que ni se los nombren. Tanto movimiento los marea, les produce náuseas, debilidad, mal genio, eczema y hasta ansiedad.

Los viernes, sábados y domingos suelen ser días agitados en las ciudades. Numerosas familias salen a comer a restaurantes o a pasar el día en los centros comerciales. Ya están acostumbradas a las esperas eternas, a las largas filas para comprar un helado, para cortarse el cabello, arreglarse las uñas, ver una película o acceder a cualquier opción de entretenimiento. Los fines de semana son el único tiempo disponible para realizar ciertas rutinas y responsabilidades.

El sábado es día de mercado. El domingo de limpieza y ejercicio. Los gimnasios se llenan desde la madrugada y las ciclo vías se atiborran de vendedores, peatones, ciclistas, caninos y patinetas. No hay que hacer un gran esfuerzo para concluir que los sábados y domingos son cuando las personas más sudan la camiseta por tanto trabajo físico y doméstico. Para preparar el batido después del ejercicio se enciende la licuadora. Los que quieren fríjoles para el almuerzo no pueden prescindir de la bendita olla atómica, exprés o pitadora. La lavadora también hay que cargarla de ropa y ponerla a funcionar… y mientras concluyen las labores del hogar, un televisor encendido a todo volumen, compite en decibeles con todo lo que suena aquí y allá.

A causa de las tendencias, los ambientes bucólicos, antes reservados para la calma de la vida rural, se han ido convirtiendo en escenarios para los sancochos murmuradores, las lavadas de carros con su música encendida y malograda por el destemple del que canta y lava. Y como la mala educación también se ha vuelto tendencia, lo que podría ser el más bello coro de pajaritos en cualquiera de las verdes praderas de la patria, se ve interrumpido por las conversaciones por celular. El teléfono se volvió omnipresente y omnisciente. Está en todas partes y todo lo sabe. La curiosidad no da espera y Tik Tok tampoco. Tras una duda surge otra y luego de una tontería otra peor. La conectividad es tendencia. Además, ¿cómo no ver las series o disfrutar de video juegos debajo del azul firmamento de la tierra?

¿A dónde iré que no me alcance el ruido?
—A la tumba —responde Siri.
Esta canción se refiere a otra faceta del fin de semana que ya no es tendencia:

Mi Fin de Semana (Fim de Semana) – YouTube

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* Gloria Nivia Ramírez Oliveri, es Comunicadora Social – Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín (1991), con un máster en Liberal Arts – Spanish en California State University Northridge, CSUN. Inició su carrera como reportera gráfica del periódico El Colombiano (1989), al registrar una de las décadas más difíciles de la historia reciente de Colombia. Sus fotografías se han publicado en diferentes medios periodísticos de Colombia y el exterior. La docencia y la investigación también hacen parte de su trayectoria profesional. Su tesis de grado (1991), Vigencia de la fotografía documental en la prensa escrita: Tras las huellas de Henri Cartier-Bresson en el contexto de Melitón Rodríguez, le abrió las puertas de la prestigiosa agencia de fotografía Magnum de París, de la que fue pasante en el año 1993. Es miembro de «Pacific Ancient and Modern Language Association», «PAMLA» y ha sido ponente de conferencias académicas en diferentes universidades de los Estados Unidos, país de residencia. Colabora con el equipo de investigación del programa de Periodismo en español de CSUN. Es editora auxiliar de esta revista y reportera «free lance».

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