Vidas de artistos

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ESCRITO EN LA CAMA

Por Gustavo Arango*

Nadie sabe su nombre. Se estima que vivió entre el año 966 y una fecha imprecisa entre el 1017 y el 1025, durante lo que en Japón se llamó el periodo de Hei. El nombre con que el mundo ha venido a conocerla, Sei Shōnagon, se deriva de una distorsión de su apellido paterno y de un cargo, el de consejero menor, que ni su padre ni los dos esposos suyos de que se tiene noticia ostentaban.

En el mundo en que vivía era insignificante y casi todo lo que sabemos de su vida se lo debemos a ella misma. Su familia siempre anduvo en apuros para subsistir. Su padre era un estudioso y poeta que ocupaba un cargo público en una oficina de provincia. Su abuelo también había sido poeta.

Tenía 16 años cuando se casó con un oficial, de quien tuvo un hijo llamado Norinaga. A los 27, entró al servicio de la emperatriz Teishi y al parecer para entonces se había divorciado. De los tiempos en que sirvió a la emperatriz surgió «El libro de almohada», la obra que le ha dado posteridad.

Al parecer no era hermosa, pero su ingenio la hizo conocida y en ocasiones impopular. Fue contemporánea de la también cortesana y escritora, Murasaki Shikibu, autora de la que algunos consideran la primera gran novela, «La historia de Genji». Murasaki le concedía algún talento literario, en medio de reservas sobre su carácter.

Nada se sabe del final de su vida. Es incierto su destino después de servir a la emperatriz. Algunos dicen que se casó de nuevo y tuvo una hija. Otros sostienen que se volvió monja budista. Lo cierto es que dedicó sus últimos y más oscuros años a rescatar la esencia de sus muchos diarios y a componer en la soledad y la pobreza su versión final.

«El libro de almohada» es una colección de anécdotas, listas, chismes y poemas, una especie de muro de Facebook poético, y sus versiones manuscritas circularon por siglos en las cortes japonesas. Se imprimió por primera vez en el siglo 17. A nuestro tiempo han llegado cuatro versiones, con cambios de orden, omisiones y adiciones de los distintos editores.

Sus listas son originales, candorosas y poéticas («Cosas que molestan», «Cosas que distraen cuando estamos aburridos»), sus descripciones abundan en detalles (puede dedicar varias páginas a las minucias de un traje), su versión de los hechos omite los dolores más intensos y las tragedias de la corte (porque en su tiempo el patetismo se consideraba de mal gusto). Su estilo suele ser tierno, pero su ingenio puede ser cruel con aquellos que considera ridículos. «El libro de almohada» incluye lecciones de estilística y retórica, defiende la pureza del lenguaje y da consejos para escribir cartas. También explora los modales que rodean y acompañan los encuentros amorosos.

En 1997, el director británico Peter Greenaway se inspiró en la obra de Sei Shōnagon para su película «The Pillow Book» (que en español circuló como «Escrito en la piel»). El libro no ha dejado de reimprimirse. Mil años después de su escritura, la obra de esta mujer desconocida nos sigue quitando el sueño.

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* Gustavo Arango es profesor de español y literatura latinoamericana de la Universidad del Estado de Nueva York (SUNY), en Oneonta y fue editor del suplemento literario del diario El Universal de Cartagena. Ganó el Premio B Bicentenario de Novela 2010, en México, con El origen del mundo (México 2010, Colombia, 2011) y el Premio Internacional Marcio Veloz Maggiolo (Nueva York, 2002), por La risa del muerto, a la mejor novela en español escrita en los Estados Unidos. Recibió en Colombia el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, en 1982, y fue el autor homenajeado por la New York Hispanic/Latino Book Fair, en el marco del Mes de la Herencia Hispana, en octubre de 2013. Ha sido finalista del Premio Herralde de Novela 2007 (por El origen del mundo) y 2014 (por Morir en Sri Lanka).

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