Filosofía Cronopio

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¿METAFÍSICA DE LAS COSTUMBRES O COSTUMBRES DE LA METAFÍSICA?

Por Jorge Martínez Barrera*
El título excesivamente provocador de estas líneas apunta, sin embargo, a algo muy sencillo que trataré de exponer lo más claramente posible, pues estoy de acuerdo con Ortega en que la claridad es la cortesía del filósofo. “Metafísica de las costumbres” es una expresión de Kant mediante la cual se propone una reflexión filosófica acerca de la moral.

La filosofía moral, como es fácil imaginar, ha constituido una preocupación permanente para los filósofos de todos los tiempos, incluidos los presocráticos. “Costumbres de la metafísica” es una expresión mediante la cual deseo subrayar otra lectura posible del enunciado “Filosofía moral”: se trata ahora, no de la moral como asunto de la reflexión u objeto de estudio, sino de una práctica moral de la filosofía.

Si nos hacemos cargo de la Historia de la Filosofía, veremos que los pocos filósofos que en el mundo han sido, siempre tuvieron la idea de que su ocupación no podía equipararse con lo que otras ciencias hacían, justamente en un punto fundamental: la filosofía es, además de una ciencia, una manera de vivir. Y aunque lo repetimos incansablemente, recordémoslo una vez más: la filosofía es ante todo, un impulso moral, un amor.

Se trata de un tipo de saber que tiene la particularidad de vérselas prioritariamente con el modo en que uno habrá de organizar la propia vida. No se trata solamente de elaborar o estudiar teorías o sistemas mediante los cuales se interpretan los tres grandes asuntos filosóficos, a saber: el mundo, el hombre y Dios (aunque más no sea para negar su existencia), sino que se exige, para una mejor aproximación a esos asuntos, un trabajo práctico sobre uno mismo, un cuidado de sí, cuyo punto de partida es el duro aprendizaje a no hacer de sí el eje centrípeto del pensar.

Esa soldadura viva entre la actitud hacia sí y la interpretación de aquellos tres temas es lo que permite diferenciar a las ciencias particulares de la filosofía, la cual, a estas alturas, ya puede llamarse “sabiduría”. Así pues, la profesión de filósofo enamorado de la sabiduría implica en sus cimientos toda una actitud moral; ésa es la práctica moral de la filosofía. De otro modo ella se transforma en un simple estudio histórico de las humanidades, incapaz de vencer la fuerza gravitatoria de las ciencias particulares.

Mediante esta filosofía moral, esta ética del pensar, el filósofo puede salir de sí, adquirir el hábito de entregar sus propias convicciones y deseos a la fría intemperie de la duda, y poner proa hacia una dimensión de la vida extraordinariamente rica. Esta costumbre de la metafísica tiene además una dimensión terapéutica, tanto para sí como para los demás en tanto pueda ser transmitida.

La filosofía moral, quiero decir, la filosofía moralmente practicada, reclama un olvido de sí y una concentración en lo otro que uno mismo, aun cuando los grandes subtemas antropológicos, es decir, la antropología filosófica, la ética o la política ocupen el centro de la vocación personal.

La autonegación exigida por la sabiduría hará ver, en el plano de la antropología filosófica, que el hombre no es la mejor de las criaturas que pueblan el universo; en la ética, que la mejor virtud moral es la que atiende prioritariamente al bien del otro, a saber, la justicia, y en el plano de la política, que la organización de la buena sociedad reclama la búsqueda de un orden social donde el bien común deje de ser una enigmática abstracción.

*Jorge Martínez Barrera es Doctor en Filosofía en la Université Catholique de Louvain (Bélgica). Estudió una Licenciatura Complementaria en Filosofía Ph (Master of Arts) en Université Catholique de Louvain (1986-1987). Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Argentina) (1973-1979). Autor de los libros: Reconsideraciones sobre el pensamiento político de Santo Tomás de Aquino, publicado por la Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo en 1999. La política en Aristóteles y Tomás de Aquino. Pamplona, Cuadernos de Anuario Filosófico (Universidad de Navarra) en el 2001. La razón bioética y sus límites. Santa Fe (Argentina), publicado por Ediciones de la Universidad Católica ese mismo año. Ética y religión. Los modelos (contemporáneos) de Aristóteles y Santo Tomás. Santa Fe (Argentina) por Ediciones de la Universidad Católica, 2002. A política em Aristóteles e Santo Tomás (traducción al portugués de una versión revisada y ampliada del libro citado en 2.). Rio de Janeiro. Editorial Sétimo Selo. 2007. Ha impartido conferencias en Argentina, Chile, Uruguay, México, Brasil, España, Italia, Bélgica, Alemania y Filipinas. Contacto: jmartinh@puc.cl

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