EXTRAÑO TU PRESENCIA Y OTROS POEMAS
Por Ana María Hernáez*
«Bajo las acacias descubro que no hubo tiempo
y el que disfrazamos quedó mustio».
(Marcela Predieri)
Caen las hojas del calendario igual a hojas en otoño
Oscuros sentimientos enturbian mi ser.
La desesperanza resuena como un eco.
Perdido en laberintos muero de cobardía
sólo se escucha el ruido del silencio,
¿O es el miedo escondido que asecha?
Mi corazón paralizado te extraña
el amor reclama tu presencia.
Eras del amor
sólo un retazo que encontré perdido en el camino
un rumbo sin rumbo un camino sin sendas.
Me recuesto en la sombra ya lejana
a llorar aquel pasado ya extinto.
Te llamo en sueños de añoranza
en hondas profundidades todo es ausencia.
¿Es ese el final del cansancio?
Me encuentro sentado a la espera de la nada.
RETRATOS AL ÓLEO
La muchacha del óleo me ha mirado
de su pincel renazco sin saberlo
dos manchas sobre el lienzo
tinta negra.
Odette Alonso
Pueden capturarse en el lienzo
retratos en el fuego de los ojos
ojos paisajes de eterna primavera
ojos sombríos de frío invierno
ojos extraviados para siempre
ojos vacíos de tanto llorar.
Pueden capturarse en el lienzo
rostros de la noche mintiendo ternura
rostros de miradas angelicales
rostros que arden de lujuria
rostros entregados sin esperanza ni fe.
Pueden capturarse en el lienzo
labios turgentes sin prisa de besos
labios excitados de amores tardíos
labios deletreando sonrisas leves
labios perversos destilando hiel
labios sellados para siempre al amor.
Pueden capturase en el lienzo
vida muerte
belleza horror
el bien el mal
todo
con una simple pincelada.
VENIRSE ABAJO
«En este mismo instante
hay un hombre que sufre»…
(José Agustín Goytisolo)
La dureza de la vida los cachetea
las adversidades les duelen
son el área marginal de la irracionalidad.
Inútiles escorias sociales
andan por espinosos caminos
cuestas empinadas de fracasos droga.
Son los ciudadanos de la nada
los hijos de la noche.
Vagabundos oscuros
seres solitarios harapientos
acumulando angustias
con sus tragedias a cuestas.
Zapatos gastados de caminar el mundo.
Faltos de amor viven entre la miseria y locura.
Hombres sin horizonte
sin pasado sin presente ni futuro.
Deben callar siempre sus reclamos
jamás nadie los escucha.
Son los eternos olvidados
de la tristeza resignada.
Espíritus fatigados del vacío
silencios descomunales de un cielo calmo.
Cansados de todo
desprecian y se desprecian
odian y se odian.
Son
el mundo de los excluidos.
MUÑECOS DE CARTÓN
«La hora oscura, hoy más que nunca,
la hora indiferente de la desesperanza,
el cristalizado momento de la amargura».
(Marcelo Di Marco)
Extraviada en sombras nuestra existencia
desangraba entrañas
vida enredada en espejismos
Camino de ida
hacia un abismo sin retorno
Hojas cayendo del calendario
vuelo sin alas que derrumbar
Noches sin ángeles de bondad
que enternecieran los sueños
sucumbiendo al olvido
Dormitábamos con la luz apagada
sin nada que perder ni que ganar
La alcoba ya no es refugio
luchando desterrar la niebla que evite el olvido
o pise las ascuas
que quedaron luego del fuego.
GRITO AHOGADO ANTE EL HELADO ALIENTO
«Aunque el frío intenso congele tu alma
y el miedo oprima con fuerza tu pecho,
tumba tus murallas de odio y de miedo,
no llenes tu alma de grises escombros».
(José Ramiro Florez Méndez)
Sicarios de la Muerte
que aguardan en el umbral de la vida
fiel compañera de sacrificios involuntarios.
Seres anónimos descortezando ilusiones
rebeldes declarados en huelgas de silencios.
Esperanzas de luto por caminos inciertos
doblegando barreras estériles del ayer
atropellando rincones de sueños
que chocan inertes entre sombras perdidas.
Llantos secos ya de llorar sin lágrimas
ciudad en llamas que clama perdón
agotamiento de corazones muertos
Sólo pobres historias sin voz ni poder
resquicios de dolor sin olvido de ausentes
rompiéndose contra muros de iniquidad.
No hay brazos que arranquen la trampa
tendida por el tiempo que no ha de regresarlos
de escollos que un día aparecieron sin ser vistos.
Hoy quedan
en el invernadero de la memoria no resuelta
en el mundo literal donde eran libres
con todas las palabras que la muerte
no puede arrebatarles.
EL RÍO DE LA VIDA
«El tiempo aturdiendo las manecillas,
el segundero caminando hacia atrás».
(Natacha Gozález, De ‘Álbum’)
Álbum del pasado ajado en un rincón
Muertos en el recuerdo
Sangrantes cuerpos fantasmales
Abismo de ausencia mal herida
Cuadros desgastados en sepia
Roperos viejos con olores alcanforados
Siena pálido de paredes derruidas
Color desteñido de pecados
Naftalina en el rescoldo de la piel
Ojos dilatados por la espera
Esperanza reñida en la mirada
Águila abatida en vuelo
Muerte lenta del ayer
Soledad de pleamar
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* Ana María Hernáez es docente y escritora argentina. Recibió la Segunda Mención Especial en el VII Concurso Nacional de Poesía y Cuento del Club Kimberley de Mar Del Plata, otorgado en Diciembre de 2011 por su Poema «Invéntame en tus Sueños». Reconocida como Poeta del Mes de Agosto de 2011 en La Fundación Literaria Argentina y por los poemas «Habitante de tu Destino» y «Arcángel Ebrio de Saña Mortal». Reconocimientos por otros poemas en el Portal Literario SVAI, «Canto Amarillo Invitando a Soñar» y en el Portal Literario de la Unión Hispanoamericana de Escritores por «Brisas de Amor Ardiente». Ha participado en las Enciclopedias: «El Libro de los Talleres», Ed. Dunken, Abril de 2011, con los poemas «Jirones en la Noche»; «Sobre Rieles», Ed. Martín, Año 2009 con «Dualidad» y «Brindis del Placer Lejano»; «Mar del Plata en Boca de Todos», Diciembre de 2011 con «Arcángel Ebrio de Saña Mortal», «Retazos de un Pasado y un Presente», «Bendita Diferencia», «Como la Noche», «Brisas»,y por último participación en varios números de la Revista «La Avispa» con poemas y como entrevistadora a artistas plásticas de Mar del Plata.