Literatura Cronopio

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Naufraga

LA VIDA NÁUFRAGA

Por Alberto de Jesús Goicouria*

¿Por qué las ilusiones se desgastan
y no el sigiloso paso de los días?
A modo de respuesta
los sonidos de mi cuarto vacío
me susurran que la raíz nace
y se aferra a la oscuridad
—a lo que no vemos con los ojos abiertos como perlas—.

Y agradecemos y celebramos el fruto,
las ramas que crujen;
resignamos las hojas que caen,
festejamos los brotes,
descansamos a la sombra,
pero la negrura de la tierra seca
no muta, no cesa, no se fatiga,
no
necesita
de adulaciones líquidas.

Cuando buscamos la raíz de lo que somos desaparece
pues impera en la transparencia de lo desconocido
con movimientos de mimo,
con cinismo de sauce llorón.

Asombro y torpeza de niño en la pulpa de la identidad…

¿Cómo no detenerse cuando el espectáculo comienza?
¿Cómo no correr, como no salir en busca del autor o del principio
luego de degustar de la maravilla del vivir así,
con esa euforia que estremece
mientras el viento todo lo rodea?

Congruencia de centros,
disposición del espacio
para mezclar y conjugarse ágilmente con el tiempo,
ante la lentitud de la ceguera,
ante
la mudez de silencio.
Disposición de la inmensidad,
corazón
instintivamente expectante
mientras el show del ser se origina más allá de la vista,
como el pensamiento,
más allá de las palabras.

Humanidad de cepa misteriosa…

La penumbra nos abrió el alma
y, sin embargo, ¿caminamos hacia la luz?

Al menos surte efecto la existencia del poema
que nos ayuda a vislumbrar nuestro yo como
si lo que somos y lo que quisiéramos ser estuvieran atrapados
y saludándose en orillas diferentes del río de la vida.
Hola, lado mío.

* * *

Naufragar
—de repente me acabo de mirar a mí mismo con ojos de doctorado cum laude en fracasos no ostentosos—
no tiene nada de ponderable.
Por eso tacho y cambio de bolígrafo:

el tiempo que adormece sobre la balsa del yo;
no es más aquí o allí,
no es más breve ni más extenso…
Todos naufragamos
y algunos pocos duermen en vida.

El corazón se agita en la quietud del agua.

La vida naufraga

naufraga sola

en la sequedad de la tierra,
donde el agua es un recuerdo y una promesa,

se naufraga
se naufraga temerosamente bien…

se dice de náufragos y de naufragios
aunque algunos dudan de la vigencia de algún puerto.

Naufragar…

naufragar…

como si fuera tan fácil
como si fuera tan difícil

arrojarse a la oscuridad
sin llevar lo humano a cuestas,
sin entrar en la demencia, aturdido por el deseo.

Naufragar…
es decir, no ver, no tocar,
percibir
y no alcanzar
la totalidad del límite.

Necesito un discurso metafísico para omitir que vivo en la mansión de las paredes movedizas;
que leo con los ojos vidriosos el ser y la nada
para aprobar proyecciones de exámenes divinos.

* * *

Un hombre muere lejos de toda causa predecible,
una flor marchita,
un río se ahoga inmóvil,
catedrales se derrumban y caen
serenas como mártir
amante fiel
de la constante creación…
lo cotidiano que se deshace y se renueva
como todo lo pasajero.

Los segundos pasan como el pensamiento.

La luna llena con vocación de ombligo de la noche sabe a flor de naranjo
y callamos
por unos minutos
despidiendo a la suerte desafiante de la libertad.

* * *

La ausencia satura de nostalgias el alma
abrazando la vida,
incluyéndolo todo.

El viento es una voz adormilada
y el silencio un suspiro:
simulación fantasmagórica del fuego que se funde
en el corazón de la piedra.
Nostalgia etéreamente espesa.
Evaporación de la decantada existencia.

Hoy, la palabra
que amasija la música inalienable del deseo
como una herida sangrante en el amanecer,
el eco de una mirada divisando el horizonte
esperando el despuntar del alba en días de niebla.

Universalidad que tiembla como un corazón recién extirpado…

Sin la mínima calidez de los cuerpos,
el sol es una efigie escalofriante
que nos recuerda que el tiempo
pudo haberse llevado también la luz.
___________
* Alberto de Jesús Goicouria nació de Santa Fe, Argentina, el día 17 de noviembre de 1988. Actualmente estudia el profesorado de filosofía en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Miembro activo de la Asociación Santafesina De Escritores (ASDE). Sus poesías han sido publicadas en las online Revista Cronopio de Medellín, en la Revista Leviatán, El Capaneo, así mismo han sido divulgadas en revistas impresas como La Hoja, LuzAzul, Leviatán, Av. Los Escritores y la Revista Literaria bimestral de la Asociación Santafesina de Escritores. Sus poesías han sido leídas en radios online como Voz Noche de Alma y la radio de Totoras en la provincia de Santa Fe. Ha sido invitado a participar del homenaje al poeta santafesino César I. Actis Brú en el acto denominado Encuentros en el Arte que organiza la Asociación Santafesina de Escritores y el II Congreso de Filosofía organizado por el Instituto Castañeda. Ha presentado sus poesías en el primer encuentro multidisciplinario de Santa Fe denominado LIBERARTE. Y ha leído sus poesías en el Decimoséptimo Encuentro de Escritores Corondinos. Cuenta con la publicación del poemario «Amalgama de la fugacidad» en Cuadernos y Palabras, Colección LuzAzul, Santa Fe, Argentina.

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