Arte Cronopio

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EL cuarteto de cuerdas en colombia

EL CUARTETO DE CUERDAS EN COLOMBIA: UNA HERENCIA EUROPEA COMO MEDIO DE CONSTRUCCIÓN EN LA HISTORIA MUSICAL COLOMBIANA

Por Mayerly Hurtado Ramírez*

La música de cámara es por excelencia, la música de la intimidad inteligente, un grupo limitado de intérpretes, cuyos recursos técnicos y expresivos ejecutan ante un auditorio reducido obras de las que está ausente todo afán. Por definición, la música de cámara se clasifica en un sector de total transparencia artística, vale decir, de absoluta sinceridad, de gran riqueza de recursos, de austera expresividad. Lo que el dibujo a la pintura, es la música de cámara a los géneros sinfónicos. La forma más equilibrada y perfecta, dentro de la música de cámara, es indudablemente la del cuarteto de cuerdas.

En mitad del siglo XVIII se tiene registro del nacimiento del cuarteto de cuerdas. Es Joseph Haydn (1732-1809), quien con más de ochenta cuartetos para cuerda, se considera el padre de esta agrupación la cual surge casi por generación espontánea. Tal vez Haydn no imaginó que esta agrupación de dos violines, viola y violonchelo se convertiría en el formato con más repertorio dentro de las composiciones de la música de cámara. Compositores desde Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Brahms, Bartok y Shostakovich escribieron para este formato y hasta la actualidad sigue vigente la producción de repertorio para este tipo de agrupación.

El cuarteto de cuerdas, es la agrupación en la cual cada uno de sus integrantes puede tener un pleno desempeño como instrumentista; esto hace que por excelencia sea la agrupación predilecta por los intérpretes de cuerda frotada (violín, viola y chelo) para su perfeccionamiento interpretativo. En Colombia, el cuarteto de cuerdas ha tenido un importante lugar en la vida musical del país; en el ámbito académico, se da la conformación de esta agrupación en las diferentes facultades de música en donde los alumnos encuentran este espacio, no solo como una más de las asignaturas dentro de su carga académica, sino como una oportunidad para empezar a construir una trayectoria musical en diferentes salas de Colombia, las cuales abren sus puertas a este tipo de agrupaciones. Otra iniciativa común es la conformación de cuartetos, integrados por músicos profesionales con fines no solo musicales sino laborales, quienes comúnmente perduran en el tiempo y se convierten en referencia para las generaciones venideras.

Cuartetos de cuerda como: el Cuarteto Bogotá, Cuarteto Las Artes, Cuarteto Colombiano, Cuarteto Manolov y Cuarteto Q-Arte, han sido a lo largo de la historia una excepcional representación para el país en este género, estas agrupaciones a pesar de la gran influencia y herencia de la música europea, han interpretado parte del repertorio escrito por compositores colombianos.

En la actualidad el cuarteto Q-Arte, agrupación con siete años de conformación, desarrolla una importante actividad musical, no solo por su alta calidad interpretativa y la continuidad de sus conciertos en las salas más importantes del país, sino también por haber traspasado las fronteras colombianas, haciendo presencia en diferentes países dentro de los cuales se destacan: Estados Unidos, México, España, Italia, Francia, entre otros. Quizás el principal aporte que ha realizado y continua haciendo Q-Arte ha sido la gran cantidad de repertorio de origen latinoamericano interpretado y específicamente repertorio colombiano; esto ha permitido que estas obras hayan sido y sigan siendo escuchadas en muchos países del mundo [1].

Q-Arte conformado desde el 2010 ha realizado la apropiación, interpretación y difusión de obras de compositores nacionales que abarcan más de 70 años de historia, logrando abordar más de una cuarentena de obras compuestas por alrededor de veinte compositores colombianos. Una muestra específica del trabajo desarrollado por Q-Arte, es el cuarteto de cuerdas en Do Mayor del compositor caleño Luis Carlos Figueroa; obra escrita en 1956 y grabada por primera vez en 2013 para el sello musical Toccata Classics, en un trabajo discográfico acompañado por tres obras más de dicho compositor, para diferentes formatos musicales. [2]

Este tipo de aportes que tal vez pueden parecer tan simples como una grabación más, pero con la dificultad de realizarla a una obra grabada después de 57 años de haber sido compuesta, tiene como resultado la inmortalización de la misma, lo cual es un aporte invaluable para la historia musical colombiana.

Guillermo Uribe Holguín (1880-1971) ha sido una de las figuras musicales más representativas del siglo XIX en Colombia. Tras su formación en su país natal, estudió en la Schola Cantorum de París en donde tuvo la posibilidad de estudiar con el reconocido compositor Vincent d’Indy, esta experiencia le dio las herramientas para dejar un legado musical de gran magnitud, el cual comprende desde conciertos para instrumentos solistas hasta la ópera. En el caso de sus composiciones para música de cámara, su producción más numerosa está escrita para cuarteto de cuerdas; escribió diez cuartetos a lo largo de 40 años, este material reposa a disposición de la comunidad estudiantil e investigativa en el Patronato Colombiano de Artes y Ciencias [3], lugar donde se encuentra ubicada la fundación que lleva su mismo nombre. Allí también se puede acceder de forma física a las réplicas impresas de la notación original, realizadas por Luis E. Agudelo Osorio en el año 1993, las cuales ofrecen una mejor legibilidad y corrigen algunos errores encontrados en los originales. Se encuentran algunos registros sonoros de los diez cuartetos en señal memoria de la Radio Difusora Nacional, pero a lo largo de los años no se han vuelto a interpretar y no han sido grabados. Queda entonces el interrogante del ¿por qué de esta situación? Es entonces esta, una invitación para quien se interese a realizar el acercamiento a esta colección de cuartetos de cuerda; tal vez la más amplia escrita por parte de un compositor colombiano para esta agrupación.

Sin embargo, existe un gran número de obras para cuarteto de cuerdas, escritas por compositores colombianos que se encuentran en manuscritos, partituras condenadas a desaparecer por el deterioro del paso del tiempo y sin ser editadas, interpretadas, escuchadas y grabadas jamás.

¿Vale la pena realizar la edición de estos manuscritos?

Hay que reconocer la labor que han realizado algunos musicólogos en Colombia, quienes aún son pocos en número pero que han tenido la iniciativa de realizar la recuperación de repertorios en diferentes partes del país, pero no es suficiente para la inmensa producción con la que se cuenta. He aquí la importancia de abrir un amplio campo investigativo musical en Colombia, para rescatar nuestra historia musical y lograr reconstruirla, conocerla, difundirla e inmortalizarla como se ha hecho con los grandes compositores europeos. Quizás así, en un futuro cercano para un colombiano escuchar un apellido como Mozart, Schubert, Brahms, para no ir tan lejos, Piazzolla, Revueltas, pueda ser tan familiar como escuchar Uribe Holguín, Atehortúa o Velasco Llanos, entre tantos otros apellidos que tienen un importante pero desconocido lugar en la música colombiana y específicamente por medio del repertorio escrito para cuarteto de cuerdas, una agrupación tan representativa en la educación musical en Colombia y que tanto ha aportado a los músicos en su proceso formativo.

NOTAS

[1] Más información https://cuartetoqarte.com
[2] Disponible https://toccataclassics.com/product/figueroa-orchestral-and-chamber-music/
[3] Patronato Nacional ubicado en Bogotá. Más información https://patronatocolombiano.com/patronato.html

BIBLIOGRAFÍA

CORTÁZAR, Augusto Raul. Los Fenómenos Folkloricos y su contexto humano y cultural, Concepción Funcional y Dinámica. Argentina. Teorías del Flocklore en América Latina. CONAC Venezuela. 1975.
GONZÁLEZ, Juan Pablo. Pensar la música desde América Latina. 1ª ed. Buenos Aires. Gourmet Musical Ediciones, 2013.
GRIER, James. La Edición crítica de Música Historia, método y práctica. Traducción Andrea Giraldez. Ediciones akal S.A.Madrid.2008.
URIBE HOLGUÍN, Guillermo, Vida de un Músico Colombiano, Librería Voluntad S.A. Bogotá 1941.

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* Mayerly Hurtado Ramírez, Bogotá-Colombia. Estudiante del doctorado en Musicología de la Pontificia Universidad Católica Argentina de la ciudad de Buenos Aires, donde desarrolla una investigación sobre la historia del cuarteto de cuerdas en Colombia y el repertorio para esta misma agrupación por parte de compositores colombianos entre 1940 y 1960. Es miembro activo de la Asociación Argentina de Musicología y del Foro Latinoamericano de educación musical FLADEM.

Maestra en Música de la Universidad Juan N. Corpas de Bogotá, donde desarrolló como área mayor la Viola y área menor Música de Cámara. Se le otorgó el Diploma al Mérito Académico y Artístico en grado Meritorio. Durante su proceso académico desarrolló una investigación sobre tres obras de música de cámara del compositor Colombiano Guillermo Uribe Holguín. Perteneció al cuarteto Ventus por 7 años, el cual nació motivado por el deseo de dar continuidad al proceso académico universitario. Los integrantes de esta agrupación recibieron clases magistrales con destacados maestros como Andrew Zaplatinsky, concertino de la Orquesta Sinfónica de Syracuse, Detmar Leertouwer, Violonchelo-Holanda y Leonardo Federico Hoyos, reconocido violinista colombiano. Ventus realizó conciertos en importantes salas de su país, Colombia, y en julio de 2012 realizó una gira de conciertos en algunas ciudades de Francia y España. Es integrante de la fila de violas de la Orquesta Sinfónica Nueva Filarmonía de Colombia desde su conformación en el año 2014.

1 COMENTARIO

  1. Muy buen artículo. Es un aporte muy valioso para conocer de la musica de cámara en Colombia y una muy buena reflexión acerca de porque se ha perdido en el tiempo la música de importante compositores colombianos

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