«ARTE», DE YASMINA REZA

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arte de yasmina reza

Por Emilio Alberto Restrepo*

ARTE es una obra teatral de la escritora francesa Yasmina Reza (Nantes, 1 de mayo de 1959), estrenada en 1994. La obra explora la amistad de sus tres personajes, Sergio, Marcos, Iván, la cual se fractura luego de una disputa que se presenta alrededor de una pintura moderna que Sergio ha comprado por una suma exorbitante de dinero.

¿Qué es el arte? ¿Qué valor tiene? ¿Cuáles son los criterios objetivos y subjetivos para darle más o menos valor? ¿Qué valor juega la amistad en las relaciones humanas? Estas son las inquietudes que se desprenden de la lectura de la obra de teatro.

La sinopsis establece que la compra de una obra artística por parte de Sergio, médico en actitud arribista, confronta de manera profunda a los amigos, hasta el punto de poner en crisis los valores que cada uno creía firmes con respecto al otro. Se cuestionan no sólo los valores de la obra pictórica, en lo económico y artístico, los cuáles no parecieran tener correspondencia, y el enfoque crítico de la forma como cada uno entiende y observa la obra. Se trata de una tela blanca con unas finas líneas también blancas, firmada por el artista abstracto Antrios, que goza de una alta cotización en el mercado. Marcos no logra entender cómo Sergio ha invertido tanto dinero en algo que él considera «una simple tela blanca», un cuadro sin valor estético, nada más consistente que una estafa amparada en su arribismo esnob. Sergio considera que es un sueño cumplido y que el precio lo justifica más que la calidad del cuadro, el prestigio de su autor. En la mitad de ellos dos, Iván trata de conservar el equilibrio y mediar sin tener éxito en el cometido. La discusión sobre la obra, su precio, su calidad y su verdadero valor, desencadena una crisis que hace pedazos su amistad y los lleva a cuestionar sus valores, su forma de ver el mundo, su manera de asumir al otro y sus sentimientos por los otros dos.

A lo largo de la obra, los amigos discuten de manera acalorada sobre la calidad de esta pintura en específico y sobre el valor del arte moderno en general. Quedan en el aire reflexiones sobre el ascenso social, sobre la capacidad del dinero para comprar prestigios y falsos pergaminos de cultura, y de cómo las opiniones de los demás pueden afectar la forma en que cada uno se ve a sí mismo.

La obra alcanza a ser una mirada sobre el papel del arte en la sociedad contemporánea y sobre la naturaleza esencialmente subjetiva de la apreciación estética. Los personajes discuten sobre la función del arte en la vida de las personas, sobre los elementos que enriquecen la estética y que hacen que una obra sea buena o mala, dependiendo de la perspectiva y también de la forma como el valor de dicha obra de arte puede ser influenciado por factores externos que van mucho más allá de la obra en sí.

Además, la propuesta dramática trata de reflexionar sobre temas universales como la identidad, la amistad, la auto aceptación. Configura personajes que pueden existir en todas las culturas y que el ciudadano contemporáneo reconoce en las personas que lo rodean. Son imperfectos y complejos, tienen altas y bajas y somos testigos como espectadores de cómo la naturaleza de estas relaciones es dinámica, cambiante y evoluciona con el tiempo. Y muchas vecen no lo resisten.

El lenguaje es crudo, cotidiano, marcado de ironía y un tono que puede sonar irreverente y llevar a las risas.

La puesta en escena es minimalista, totalmente básica, una habitación sin decoración, solo con la obra en referencia de fondo.

LA OBRA

La obra pictórica referida en el drama ARTE es un cuadro al óleo de 1,60 por 1,20 m, completamente blanco, atravesado por unas rayas horizontales del mismo color en un matiz diferente, de carácter abstracto, sin otros componentes iconográficos. La autora confiesa en varios reportajes que, en una oportunidad, un vecino suyo la invitó a su casa para que viera un cuadro que había adquirido. La obra era una tela completamente blanca y la dramaturga confiesa que la situación le produjo un ataque de risa en el momento y un sentimiento de culpa posterior por haber herido, sin dudas, la sensibilidad del hombre. Eso le generó la idea creativa.

Y ese es el tono que asume la narrativa dramatúrgica de la obra. Alguien compra una obra, a un amigo le parece que el precio es extravagante y lo califica de estafa y de «una mierda» (sic), considera que es un abuso merecido por su esnobismo y un aprovechamiento de su afán de reconocimiento social, pues considera que, al hacerse dueño de una obra de un artista reconocido, automáticamente empieza a ser parte de una élite y adquiere el derecho a ser considerado un experto en arte. Su amigo le reprocha de manera agresiva su conducta y eso genera un contrapunto entre los dos, que no logra ser equilibrado por un tercero en la escena, Iván, que trata de mediar, pero tiene que enfrentarse al desprecio que los otros no dudan en expresarle, cuando sienten que está por debajo de su estatura cultural, económica e intelectual. Esta fragmentación se hace evidente a medida que transcurren las escenas y el cuadro, la obra pictórica, es solo un leitmotiv, un detonante, o como diría el director Alfred Hitchcock, un Macguffin, un objeto presente que solo es una disculpa para lograr los elementos narrativos y dramáticos. Algo físico que al principio parece ser determinante, pero que con el transcurrir de la acción dramática se descubre que solo es un artificio argumental que no se modifica, ni genera más acciones que las que se plantearon al inicio. De hecho, la obra sigue ahí, pero no pasa nada relevante con ella. Acaso sí, un intento de rayarla con unos marcadores, cuando un amigo pretende demostrarle al otro que valora más la amistad que el costoso cuadro, pero descubrimos que lo hace con un lápiz de tinta húmeda borrable, que no lo afecta de manera estructural. Como muchas cosas en su vida, pura apariencia.

En ARTE hay aproximaciones ecfrásicas [1] que tratan de abordar a la obra pictórica que creo podrían ser útiles para afrontar la crítica de arte. Y van más allá de la descripción pictórica de una obra que es de una aparente simpleza total. El que la estima, la asume como una obra de alto valor estético y el contradictor, en medio de burlas y descalificaciones, la pinta como poco menos que un mamarracho sin valor alguno. Y ambos se notan convencidos de su argumento y asumen la defensa de su postura con vehemencia.

Haber afrontado el drama ARTE, me parece útil para extraer elementos narrativos similares a los planteados en dicha obra, porque se puede anteponer de manera sarcástica la apreciación grave y un tanto arrogante del experto que pontifica sobre las supuestas virtudes plásticas, a la luz de un concepto alimentado por la academia y la estética, en abierta oposición a la apreciación despreciativa y burlesca del que mira la obra con simpleza y afrontando de manera un tanto displicente lo que califica como falta de contenido.

Esa conversación que gira alrededor de la presentación de la obra de arte toca elementos humanos que sacan a flote muchas características de la forma de ser de los personajes y es un buen modelo de cómo caracterizar de manera particular a alguien con su forma de ser y con su forma específica de utilizar el lenguaje. En este sentido ARTE es muy eficaz y un buen modelo a seguir que sin dudas se puede recomendar para aplicar en el momento de apreciar una obra de arte, guardando distancia entre la ponderación acrítica y un tanto esnob y la descalificación inmediata sin detenerse a analizar las potenciales maneras de afrontarla.

FRASES QUE VALE LA PENA DESTACAR DE LA PIEZA «ARTE», DE YASMINA REZA

A ti no te interesa la pintura contemporánea, jamás te ha interesado. No tienes ningún conocimiento en ese campo, ¿cómo puedes afirmar que tal objeto, obedeciendo a unas leyes que ignoras, es una mierda?

Aunque Iván es un muchacho tolerante, y eso en materia de relaciones humanas es el peor de los defectos. Iván es tolerante porque pasa de todo.

Claro que es lógico, me pides que adivine el precio, y sabes perfectamente que el precio está en función de la fama del pintor…

No ves que de golpe, de la manera más grotesca posible, Sergio va a creerse que es un «coleccionista».

Yo no le reprocho que no sea sensible a esta clase de pintura, no tiene la educación adecuada, es necesario un largo aprendizaje que él no posee, o porque no lo ha querido hacer nunca, o porque le ha faltado una inclinación particular, da igual, el reproche que yo le hago es el tono, la suficiencia, su ausencia de tacto. Le reprocho su falta de delicadeza. No le reprocho que no se interese por el arte contemporáneo, me da igual, yo le quiero por encima de todo eso…

Yo no soy tan severo como tú. Es una obra, hay una reflexión detrás. Es el resultado de todo un proceso… No es un cuadro pintado al azar, es una obra que se inscribe dentro de todo un recorrido…

Dices el artista como una…, como una entidad intocable. El artista… Una especie de divinidad…

MARCOS: Has dicho modernísimo, como si moderno fuera el non plus ultra del halago. Como si, hablando de algo, no se pudiera llegar a más, lo máximo, lo más alto: moderno.
IVÁN: El cuadro no me gusta…, pero tampoco lo detesto.
MARCOS: Claro. No se puede detestar lo invisible, no se detesta lo que no existe.
¿Y no te has podido imaginar ni por un segundo que en el caso, incluso improbable, de que a mí me gustara realmente el cuadro, pudiera herirme oír tu opinión inflexible, radical, cómplice en la repulsa?
Marcos lo ve blanco porque se ha aferrado a la idea de que es blanco.
MARCOS: No te pido que hagas una evaluación de ese cuadro en función de tal o cual criterio, no te pido una evaluación profesional, te pregunto lo que tú, Iván, pagarías por un cuadro blanco ornamentado con unas rayitas de un blanco apenas hueso.
SERGIO: (Se ríe.) Es que, para mí, ¡es una divinidad! ¡No creerás que iba a dilapidar esa fortuna en un vulgar mortal…!
MARCOS: Por supuesto que no.
SERGIO: El lunes estuve en el Reina Sofía. ¿Sabes cuántos Antrios hay en el Reina Sofía? ¡Tres! ¡Tres Antrios…! ¡En el Reina Sofía!
MARCOS: Genial.
SERGIO: Me irrita. Es verdad. Me irrita.

Tiene un tono meloso. Una sonrisita docta después de cada palabra. Da la impresión de que se esfuerza en ser amable.
¡No te esfuerces, querido! ¡Sobre todo, no te esfuerces!
¿Será por la compra del Antrios…? ¿Es la compra del Antrios la que ha desencadenado este malestar entre nosotros…? ¿Una compra… que no contaba con su aprobación…?
¡Me importa un bledo su aprobación! ¡Me importa un bledo tu aprobación, Marcos!

MARCOS: ¿Será por el Antrios, la compra del Antrios…? No. El mal viene de más lejos…
Viene exactamente de aquel día en que pronunciaste, sin ningún humor, refiriéndote a un objeto de arte, la palabra deconstrucción. No es tanto el término «deconstrucción» en sí lo que me sublevó, como la gravedad con la que lo pronunciaste.
Dijiste muy en serio, sin distanciamiento alguno, sin un ápice de ironía, deconstrucción, tú, mi amigo. Sin saber cómo afrontar esa situación dije que me estaba convirtiendo en un misántropo y me replicaste de la manera más infernal e inesperada…: ¿Pero quién eres tú? ¿Desde dónde hablas?… ¿Desde dónde, desde qué altura te atreves a excluirte de los demás? ¿Quién eres tú, amiguito?
MARCOS: Blanco.
Imagínate una tela de un metro sesenta por un metro veinte aproximadamente… con un fondo blanco…, completamente blanco…, y en diagonal unas finísimas líneas transversales blancas…, lo ves…, y quizás una línea horizontal blanca complementaria, en la parte baja…
IVÁN: ¿Cómo las ves?
MARCOS: ¿Perdón?
IVÁN: Las líneas. ¿Cómo puedes ver las líneas blancas si el fondo es blanco?
MARCOS: Porque las veo. Porque, pongamos por caso, las líneas son ligeramente grises, o al revés, en fin, ¡que hay matices en el blanco! ¡El blanco es más o menos blanco
SERGIO: A ti no te interesa la pintura contemporánea, jamás te ha interesado. No tienes ningún conocimiento en ese campo, ¿cómo puedes afirmar que tal objeto, obedeciendo a unas leyes que ignoras, es una mierda?

Extasiado apreciando «obra de arte en blanco». Steve Martin en Solo Crímenes en el edificio, T3:E4 La habitación blanca (2023) https://www.starplus.com/es-419/series/only-murders-in-the-building/2EfP45PYWY5s

NOTA

[1] La definición de la écfrasis ha cambiado con el tiempo, pero hoy lo usamos para referirnos a «una representación verbal de una representación visual». Básicamente, una écfrasis es una descripción literaria de arte. Como otros tipos de imaginería, la écfrasis pinta una imagen con palabras.

BIBLIOGRAFÍA

Agudelo, Pedro. (2013) LAS IMÁGENES EN EL TEXTO.APORTES DE LA CRÍTICA LITERARIA COLOMBIANA A LA TEORÍA DE LA ECFRASIS. Revista de humanidades nº28 (julio-diciembre 2013): 95-119 fecha de Consulta 14 de Agosto de 2023]Recuperado de: https://repositorio.unab.cl/xmlui/bitstream/handle/ria/7135/Agudelo_Las_imagenes_en_el_texto.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Vallejo, Arturo. (2008). EL CINE COMO SUEÑO LA ECFRASIS CINEMATOGRÁFICA EN LA NARRATIVA MEXICANA (1986-1929).

https://www.researchgate.net/publication/356917572_EL_CINE_COMO_SUENO_LA_ECFRASIS_CINEMATOGRAFICA_EN_LA_NARRATIVA_MEXICANA_1986-1929

Reza, Yasmina (2017) ARTE. Editorial Anagrama. https://ww3.lectulandia.co/book/arte/

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*Emilio Alberto Restrepo. Médico, especialista en Ginecoobstetricia y en Laparoscopia ginecológica (UPB, UdeA, CES, respectivamente). Profesor, conferencista de su especialidad. Autor de cerca de veinte artículos médicos. Especialista Literatura comparada U de A y estudiante de Maestría en Literatura UPB. Ha sido colaborador de los periódicos La Hoja, Cambio, El Mundo, Momento Médico, Universocentro, Revista Cronopio, Laterales Magazine y Ficción la Revista. Ha publicado novelas, colecciones de cuentos, libros de pedagogía y ensayo literario. Ganador y finalista en concursos de poesía, cuanto y novela. Autor de cerca de 20 libros. En su producción se destacan novelas de asuntos médicos y hospitalarios, novelas y cuentos de género negro y temática urbana, libros infantiles, pedagógicos y de ensayo literario. Con la Editorial UPB ha publicado, desde 2015, seis novelas de su personaje, el detective Joaquín Tornado. Su últimos libros, la colección de cuentos «Un hombre solo y mal acompañado» y la novela «Medicina bajo sospecha», con editorial CES.

Entrevistas literarias:

Revista Cronopio Entrevistas: Emilio Alberto Restrepo: https://youtu.be/oGMjv7GJjhc
Entrevista con Pablo Montoya: https://youtu.be/CIs2nW0ZV3g
Entrevista en Teleantioquia con Luis Fernando Macías: https://youtu.be/yKfYAJmiFxk
Entrevista con Marco Tulio Aguilera Garramuño: https://youtu.be/qZQHSVs6FR4

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