Acronopismos y otras delicatessen Cronopio

0
390

cosas de enamorados

Por Manuel Cortés Castañeda*

Primera entrega.

microchip

como querían una niña
me vistieron de niña
el mismo día de mi nacimiento…
la fórmula fue un éxito…
hoy en día
antes de irme a la cama
con mis amantes
no puedo evitar ponerme
sus prendas más íntimas…


letras de amor

para annalea

los días son destellos de una nada… que pasan sin saber que ya se han ido… dicen que todo queda cuando no queda nada… y que los días vuelven cuando el amor se acaba…

un día la encontré sin saber que ya estaba… su mirada en la mía me regaló aquel día… y desde entonces todo no ha sido más que un día, el día que contigo nunca acaba…

la vida es solo un día me dijo su mirada… no hay tardes, ni mañanas, ni puertas, ni ventanas… todo comienza allí donde vi tu mirada, y todo acaba allí donde está tu mirada…

fueron muchos los días que dicen que se fueron… y muchos otros días cuando tú ya no estabas… los días que nos faltan, días que se perdieron y días que regresan sin regresar de nuevo…

contigo, solo un día… un día que no acaba… un día que no existe… un día que no estaba… un día que no espera… un día que faltaba… el día del amor que nunca acaba…

un día que sin antes ni después, solo fue tu mirada… porque el amor es todo, porque el amor es nada… porque solo regresa lo que al final no estaba…

Incubadora

como un pichoncillo que todavía en el huevo da la vida para que sus ojos se inunden pronto de luz… y echa picotazos por doquier y se revuelca en sus despojos y se atraganta en el delirio…

me hizo cerrar los míos, me puso una venda y me llevó hasta el borde del precipicio y allí me dejo hasta el día de hoy, haciéndome una promesa de amor…

hay días en que me quito la venda y doy lo mejor de mí para salir volando y acabar de una vez por todas con esta pesadilla, pero el cascarón es tan duro como un amor que no renuncia y el pichoncillo se rompe la madre antes de meter un picotazo en el vacío…

declaración de amor

cuando te sientas junto a mí y sonríes y juegas con tu pelo y te chupas los dedos como una criatura malcriada, siento que nada ha sido en vano…

igual que cuando te paseas desnuda por toda la casa como si no existieras, y desnuda limpias todo el día y cantas la misma canción y hablas contigo misma como una demente… todo el día…

y cuando me coges la mano y la deslizas por tu cuello hasta tus senos y me agarras los dedos para que te agarre los pezones y me los aprietas para que yo apriete, no sé qué hacer con la felicidad que me lame de pies a cabeza y me quema…

y cuando cuentas un chiste y no paras de reír, aunque nadie se ría, la felicidad que siento -como cuando te encuentro desnuda limpiando la casa, o cuando me quemo-, es aún más honda y no sé qué daría para que contaras otro y así yo poder verte reír hasta que no quede nadie…

y si te quedas dormida en la mesa de la cocina después de limpiar la casa como ayer te quedaste, pierdo el apetito, aunque el hambre me mate y le quito los días que le quedan a la semana y los que la anteceden para que tu sueño ya no tenga principio ni fin…

y si entreabro los ojos mientras duermo, como me he acostumbrado, y te veo sentada a mi lado mirándome y te muerdes los labios y tiemblas y deliras… entonces todo lo que un día soñé y aprendí y escondí celoso de mí mismo, se me pudre de moscas y solo queda en mi memoria el hueco vacío de tu intimidad…

vértigo

hasta el fondo me he caído
y en el fondo yo me quedo
bien adentro, bien hundido
relamiendo el agujero…

me caí y era el vacío
me quedé y en el trasfondo
lo que falta es todo mío
el vacío no es tan hondo…

se me mojan las paredes
de este hueco que no es mío
vierte sangre, se derrama
se deshoja en el delirio…

una luz en mis pupilas
me abre un hueco más abajo
meto un dedo, meto todo
meto el miedo, los despojos…

es el hueco que no estaba
es el hueco del olvido
lo llevamos escondido
y sin él, todo se acaba…

la lengua

con la lengua he buscado mi destino
y me costó encontrar lo que buscaba
no porque no pudiera, ni quisiera
si no porque mi lengua no era mío…

y así buscando, lo que no buscaba
ya que otra lengua me dio lo que no era
un día me perdí, sin que lo fuera
y mi lengua encontró lo que soñaba…

era un hueco pequeño, que pequeño no-era
y que en mi lengua hizo clic, como si fuera
el pedazo perdido que al final nos llega
y se acomoda y nos llama y se nos queda…

era el hueco del culo, mi delirio
donde ahora finalmente he sido mío
mi lengua, mi destino, lo perdido
el culo que en mi lengua es mi quimera…

sus tetas…

1.

son sus tetas la muerte que me queda… son tus tetas las cuentas que no salen… una cuenta pendiente, aunque no fuera… un negocio entre manos que escondiera… son sus tetas fantasmas y quimeras, sueños y aparecidos, sombras, venas… son la muerte que cuenta y que se embriaga, como se embriaga el niño en su escondite, estrella tras estrella en sus pupilas… una vez se desangran sus sueños, su delirio, su quimera…

2.

pero todas mis cuentas son en limpio y nada se me quedó, nada se queda, todo se va a la mierda, aunque no sea, y nada importa si fue antes que fuera, antes que fuera el sueño o la quimera, este sabor a sangre en mi delirio… la ropa sucia, sus tetas en la hoguera, una luz que me quema y que me ciega, pero que a la muerte refunde dondequiera y a mí me deja solo en la despensa, donde me ahogo de leche, sangre y venas y me despojo y me vuelvo una hechicera… hecho tetas, tan solo tetas, unas tetas que sangran en mis venas…

3.

mis cuentas son bien claras, consumadas, borradas, el olvido, hogueras, huecos, manchas, nada… nada que sepa yo, nada que fuera, la luz también se muere donde sea…

4.

me sacudo, me agito me postergo y busco como puedo, algo que vuelve y arde y que se quema, un amor que nos sigue y que no espera, una herida que sangra a su manera y se cierra y se hincha y se envenena… una traición que se rasga de placer en una esquina, implorando una mirada, un dolor que se atreva, una mano asesina: una muerte a pedazos en la espalda, algo que se nos queda, algo que aún no fue, aunque lo fuera y que huele y que chupa y que se ciega, unas tetas que están donde yo quiera…

5.

otro sueño, otra sombra, otra quimera… solo sus tetas me llevo más allá donde el tiempo nada espera… más allá de los sueños, allá donde la nada sangra y aprieta y nos inunda y calla y ciega…

6.

quizás solo sea un sueño, agarrado a una forma que aún no fuera… un unfinished business, suena mejor, es más concreto, objetivo, algo para tocar y que huele y aprieta y que se hincha y a mi boca le da forma y se entrega…

7.

después viene la lengua, algo se riega, y mis ojos yo encuentro en la quimera, y los dientes y labios, los suspiros y lamentos que vuelan y se quedan… una mano que recoge los dedos, -lo que queda-, y que toca como tocan las abejas, la trompa bien adentro hasta la queja, las patas desprendidas, la náusea, la sangre, el grito casi mierda, casi queja… el delirio que asoma tras las rejas, y el sueño que se ahoga en su quimera…

8.

y la intemperie sus tetas que me esperan, colgadas en la nada, flotando bien maduras, recicladas, mordidas, destripadas, bien sangradas…

9.

y glándulas, mucosas que refriegan, y se untan y me untan sus sabores y olores que respiran y se quedan… y sé que estoy bien muerto, pero llevo conmigo algo a cuestas que también me lleva, algo que se nos queda, siempre conmigo en vela, tragado bien adentro, mordido como sea, consumido de tanto que he bebido la leche de sus tetas que se riega y a mi boca le da forma, materia y a mi lengua el placer de su quimera…

10.

son sus tetas la muerte que me queda… son tus tetas las cuentas que no salen… una cuenta pendiente, aunque no fuera… un negocio entre manos que escondiera… son sus tetas fantasmas y quimeras, sueños y aparecidos, sombras, venas… son la muerte que cuenta y que se embriaga, como se embriaga el niño en su escondite, estrella tras estrella en sus pupilas una vez se desgüevan, sus sueños, su delirio, su quimera…

como anillo al dedo

ella no sabe nada por saberlo todo
y de tanto saber, nada le queda
a mí me costa, porque todo y nada
solo en ella su hueco, es hueco y nada…

solo huecos yo he visto en su mirada
el hueco de la cama donde sigo y callo
su silencio es un hueco y ya no estaba
el hueco de su boca enamorada…

en el viento los huecos rebuscaba
uno de más, o de menos, qué importaba
lo que importa es que el hueco que me daba
era el hueco que siempre me quedaba…

y de hueco tras hueco me ahuecaba
Igual que el hueco que a mí más me gustaba
y el hueco del peligro se agrietaba
una vez en su hueco yo soñaba…

de rodillas su hueco alimentaba
con mi lengua su hueco yo cuidaba
también mis dedos que estaban y no estaban
la mano y la cabeza que sangraban…

y una tarde más tarde que mañana
de patas y cabeza me encontraba
ella no sabe nada por saberlo todo
su hueco se hizo dios en mi mirada…

un hueco a mi medida y sin destino
recogí todas mis cosas sin decir mi nada
y eché a volar como vuela el que ya sabe
que un hueco es todo cuando todo es nada…

los huecos son la forma que no estaba
o que estaba, pero algo le faltaba
la forma de los sueños, de la nada
el hueco entre sus piernas, su antesala
ese hueco pequeño que se cierra y calla
se hincha y se enamora y se nos caga…

contrato de adopción

pedazos de un sueño recurrente y voraz
retazos que poco son sin haber sido
a la vera del asombro te desnudan
y te dejan indefenso a la intemperie…

una contraseña a cada instante
y en el instante mismo
la pasas y no estás
todo es olvido
una puerta a la sombra del delirio
un golpe de alas en el vacío…

en el borde de un muro inexistente
al final de un callejón sin salida
que no acaba de encontrarse en la pupila
la respiración se apresura y se abre
y se entrega y se desflora
ya hecha mierda en el fondo…

paso a paso te adelantas y no encuentras
los pedazos que te nombran en silencio
una sílaba que busca su acomodo
en la lengua del tiempo y se derrumba
naufragando en los restos del incendio…

días y noches y de tanto en tanto
en las noches sin días que se pierden
un fantasma perdido
todo en vilo
una mano que no es tuya se aproxima
y en silencio recoge los pedazos
y te entrega tu cuerpo inexistente
que en tus brazos el sueño no ha querido
dejar de ser lo que tal vez ha sido…

y ahora es solo un cuerpo
que sangra en el delirio
un solo cuerpo que se sube al muro
y en la pupila del placer una mañana
y en el sueño un hueco enorme
en la pared del tiempo
por donde me meto hasta lamer su alma…

último aliento

nada podría sustituir la paz que me prodigan sus tetas donde me duermo y se me acaban para siempre los muertos que me inyectaron en la sangre cuando era aún niño …

junto al calor de sus tetas siento que todo está consumado y que me puedo marchar tranquilo sin necesidad de llevarme nada de mi…

que sus tetas me son más que suficiente para perderme definitivamente en lo que me resta del camino…

allí un día partí sin saber quién era, sin quererlo, sin saberlo, y allí estoy llegando a toda hora sin saber quién soy, ni dónde, ni cuándo, ni cómo…

en sus tetas he visto y lamido que la gloria sabe a frutos maduros, que el deseo se unta a manos llenas y sin que haya un tiempo ideal para la descomposición…

ahora siento el aliento de sus labios que le insuflan vida a mi intimidad, al apéndice que se me encapricha entre las piernas, y entonces comprendo sin que medie la duda y sin el vértigo de las palabras que el paraíso empieza y termina ahí en el hueco sin fondo de sus sueños más íntimos…

abandono mi cabeza en su vientre y la felicidad se aproxima a mi oído y me cuenta secretos que guardaba en sus labios solamente para mí…

le muerdo los pezones duros hasta sentir el sabor de la sangre en mi respiración y las paredes excretan y huelen y se untan de su intimidad…

busco con una de mis manos su hueco desnudo que se estremece al ritmo de su corazón y la luz del cuarto se apaga y la luna se desangra a gota a gota y se esconde tímida en mis pupilas…

con los ojos cerrados para no perderme en el silencio bajo hasta su culo que me reclama y el mundo entero se deja caer en su perfume como una mariposa endemoniada…

Crucifixión

para annalea

junto a su cuerpo desnudo
velando y malgastando
como un condenado a muerte…

a cierta distancia,
en lo alto,
en una de las manos,
una vela encendida
y la piel de gallina
que se multiplica en las paredes
con suma devoción…

 

la llama se dilata
delicada y casi sublime
como una luciérnaga prisionera
en el fondo de una botella
y se riega de momento
como un milagro
en los huecos de su desnudez …

la noche se esconde
como un gusano frente al peligro
en su fruto podrido
y la vela también se consume
en sus sedimentos
sin que una sola gota de fuego
haya ahogado el clamor de la herida
que en silencio la reclama
y nos reclama

amor eterno

sus ojos en mis ojos me miraron
sin saber si eran suyos o los míos
los ojos son un hueco,
son abismo
son una grieta en el tiempo
en el delirio….

bien adentro me dijo que me amaba
y entre más me miraba
más decía
y una vez dicho todo
y lo sentía
de la boca mil sapos le salían…

y siguió con sus ojos mi mirada
hasta el fondo de un lago
que no había
y yo la suya perdí
mientras me ahogaba
de tanto sapo en mi boca
que ella hablaba…

y fue tan honda y certera su mirada
que solo un ojo en mi nada
se extasiaba
y era tanto el amor
que me decía
que uno a uno los sapos
copulaban…

y el amor se hizo cíclope
se hizo espejo
y la boca una cueva que apestaba
sapo a sapo el amor también olía
y en la mirada era sapos
lo que había…

(Continua siguiente página – link más abajo)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.