Invitado Cronopio

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CRESCENDO

Por Sergio Armando Hernández Roura*
A mis papás

Mayo 26

Qué feliz estoy. Todos han notado el cambio. No sólo eso, también me han dicho que me veo muy joven. La enorme diferencia que hay entre tener bigote y estar rasurado. Ni yo mismo me reconocí en el espejo. La cara limpia. Hasta me siento más joven, con más vigor, como si mi vida realmente fuera hacia otro rumbo. Belén ha cambiado su actitud para conmigo: dejamos de pelearnos. Los muchachos y yo hemos recobrado una relación que desde hace mucho pensé que estaba perdida. Lo que hace un cambio de actitud. Nunca pensé que me atrevería a dar el paso, pero finalmente lo hice. Mi año nuevo comenzó hace una semana y ni siquiera yo me reconozco. Quiero compartir con todos mi alegría. En la oficina he logrado entablar conversación con gente con quien no creí hablar nunca. No sólo eso, el elevadorista y yo intercambiamos puntos de vista con respecto al fútbol. Me he vuelto un pan de Dios. Nunca imaginé que fuera tan maravilloso compartir una sonrisa con las personas que te rodean, y saber que al menos en un detalle minúsculo les haces la vida más llevadera. Le agradezco a la vida esta nueva oportunidad de disfrutar aquello de lo que me había perdido.

Junio 16

Me siento lleno de energía. Ese cambio de rumbo me ha sentado muy bien. Apenas han pasado un par de semanas y no me reconozco en el hombre amargado que veo en las fotografías. El esposo frío y harto del trabajo, el padre opresivo, el compañero apático y gruñón se han esfumado. La vida me sonríe. Y pensar que había perdido ya toda esperanza. Nada es imposible ni estático, la vida aún no acaba. Uno debe crearse sus propias posibilidades. Siempre de mente férrea, siento que me estoy reblandeciendo. Un panqué con relleno agrioamargo. Ya comienzo a comprender un poco más a mis hijos. El más sorprendido fue Joaquín cuando les dije ¡Anden! Tomen el carro, lleven a un lugar bonito a sus novias. Las bocas aún más abiertas cuando los invité al cine. Nos divertimos como nunca. Quién lo dijera… he de estar haciéndome viejo.

Julio 3

Mole, romeritos, pozole, camarones engabardinados, costillas a la BBQ, lomo; sin necesidad de ranitidina. Sin que te duela el dedo gordo del pie. Ni yo me lo creo. Me sobra energía. Los días son más cortos. Ya se me está haciendo costumbre correr todas las mañanas. Me paro a las cinco y doy varias vueltas al parque. Hasta me estoy animando a ir a nadar. Antes, los fines de semana se me hacían como una tabla en medio del naufragio, pero ahora ya no puedo estar encerrado en mi casa tanto tiempo. Yo creo que el que viene sería bueno irnos a pasear fuera de la ciudad. Salir a respirar aire puro, a distraernos un poco. Eso nos hace falta a todos.

Julio 15

Estoy preocupado por los muchachos: no aguantan la caminata en el cerro, no tienen condición. Viven muy rápidamente sus vidas ocupados en cosas sin importancia. ¡Cómo gastan el tiempo!

Agosto 12

Me da la impresión de que tenía más canas. No me había dado cuenta sino hasta que mi compadre me preguntó el otro día el nombre del tinte que uso. Claro que uso, pero con lo de mi nueva vida no recordé que debía pintármelo. Se me olvidó la semana pasada, y ahora que me lo voy a pintar, me doy cuenta de que no han aparecido las raíces blancas de las canas. Le pido a Belén que me revise mientras me hace piojito, pero ella no encuentra ninguna. No se si se me cayeron o me las habré arrancado sin querer. Por si las dudas me lo voy a pintar sobre el negro.

Agosto 20

No me había dado cuenta. Hace mucho tiempo que no me veía tan detenidamente hasta esta mañana. No me explico cómo, pero las líneas de mi frente no son tan marcadas. Las que se me forman cuando frunzo el ceño. El gesto adusto que pensé que era natural en mi cara se ha ido. Y mis rayas en los cachetes son otra vez los hoyitos que cautivaron a Belén cuando nos conocimos. Ella fue la que se dio cuenta; yo, como ese tipo de cosas me pasan de noche, no lo constaté sino hasta hoy. No me dijo nada, ahora comprendo por qué la cena los dos solos el otro día que nuestros hijos se fueron con sus novias. No sé que sea, pero el hecho es que ya le damos en cualquier chico rato. Los dos estamos muy contentos. Hasta Joaquín y José nos hacen burla de que parecemos novios.

Septiembre 1

Despierto muy temprano por la mañana, aún cuando todavía no hay luz. Me levanté, encendí la lámpara del buró para no molestar a Belén. Mientras me visto me doy cuenta de algo. Mientras ella duerme noto lo cansada que se ve. No cabe duda que la edad nos pesa. Sus arruguitas me encantan. Se ve tan linda. Ya nos estamos haciendo viejitos los dos juntos tal y como lo prometimos cuando éramos novios. Le doy un beso en la frente. -Quédate descansando mi amor. Me termino de arreglar, me como mi fruta con yogurt y me voy al trabajo.

Septiembre 17

Yo no sé de dónde o cómo, por qué he bajado tantos kilos en tan poco tiempo. Le he entrado con singular alegría. Hasta me he excedido. Me preocupa. Todo el mundo pide mi dieta. Se me nota. Creen que no les quiero decir cuando les digo que no hago nada. Si yo mismo supiera les daría la receta. Estrés, yo creo. Deberías ir al doctor, viejito, no es normal lo que te pasa.

Septiembre 18

Ya me vio el doctor. Para nuestra sorpresa no tengo nada malo. Usted está como un joven. Ya quisieran muchos adolescentes gozar de la salud de usted señor Beltrán. En el electro no hay ni huella del infarto. En verdad que es extraño.

Octubre 6

Ni idea de lo que pasa. Ayer, bien impulsivamente, llegué del trabajo y nos fuimos a bailar Belén y yo. Ella estaba extrañadísima. Yo bailando. Obvio por ningún lado, pero con muchas ganas. Me valió lo que pensaban los de al lado. Llegamos a las cuatro de la mañana. Belén está cansadísima: Yo ya no estoy para esas cosas, no sé de dónde sacas tanta pila. Yo tampoco me lo explico. Estoy mirando cómo poco a poco el cuarto se ilumina. La cubro con mi brazo.

Octubre 9

Hoy fue un pésimo día. Olvidé cómo llegar al trabajo. Tuve que dar muchas vueltas para encontrar el lugar. No sé en qué estoy pensando. Un camino que he hecho mecánicamente por más de 28 años se me ha olvidado por estar pensando en sabe Dios qué cosas. Ha de ser el Alzheimer o algo así. Debo tomar vitaminas. Eso en la mañana, y en la noche un dolor de encías tan molesto que me tuve que quitar el puente.

Octubre 15

Estoy muy sorprendido. Hacía mucho que no me pasaba. Una muchachita como de 25 me pidió mi teléfono. Desde luego que no se lo dí. Podría ser su padre. ¿a qué le tiran las niñas de ahora?

Octubre 17

Me pasó lo mismo que hace unos días. Fui con Belén a bailar aunque ella no quería y cuando voy al baño, que se me acerca otra niña y que si no quería tomar algo con ella. Salí huyendo. Nos fuimos de inmediato. Por más que reviso en el espejo no encuentro la razón para que ocurran estas cosas. Me veo exactamente igual que siempre.

Noviembre 1

Me corrieron. No sólo porque encontraron corazoncitos atravesados con flechas que tenían las iniciales de Belén y las mías en mis informes. ¡No ha sido la primera vez! ¿Qué quieren? ¿no puedo estar enamorado del amor de mi vida? Me levanté con decisión y le dije al director: ¡No es mi culpa que usted sea impotente y que su pinche vieja esté mal cogida! Creo que se molestó un poco. Al salir todos me felicitaron en voz baja. Bien, muy bien Mauricio. Yo hubiera hecho lo mismo. Ya era hora de que alguien lo pusiera en su lugar. Sólo por eso al salir me volví y le dije: ¡Y de una vez váyase a “chingar” a su puta madre! Belén me regañó cuando se lo platiqué muerto de la risa. Lloró porque está preocupada. Ya la tranquilicé: Voy a buscar trabajo mañana mismo.

Noviembre 5

Mi vida, me haces el nudo por favor, es que no me sale. La búsqueda sigue. Algo preocupado porque no encuentro nada. Extraño: me encontré a Román, un compañero del trabajo. No sé qué le pasa. Pasó de largo, yo creo que iba enojado. No pude preguntarle cómo iba todo en la oficina.

Noviembre 7

¡Qué poca madre! No me han aceptado en ningún pinche trabajo. ¡Bola de ojetes! Que porque no cumplo con los requisitos. ¡Claro que tengo experiencia! Estuve casi treinta años en mi anterior trabajo. Se ríen y me dicen que me llamarán más tarde. Tuve que huir despavorido porque al salir de la entrevista tomé una piedra y rompí el cristal que está en el lobby.

Noviembre 7, más tarde

Llamaron a la casa. No levantarán cargos pero tengo que pagar lo que rompí. Si hubiera sabido que el pendejo vidrio era conmemorativo de quien sabe cuántos pendejos años de la empresa, no lo hubiera roto. Ni modo. Esos culeros me provocaron,  se estaban burlando de mí. Belén ya solamente mueve la cabeza sin decir nada. Creo que hasta se compadece de mi actitud y me comprende. Joaquín y José me dicen: vientos jefe. Tú sí estás cabrón. Ya ni yo. Qué extraño. De un tiempo para acá los siento tan grandes.

Noviembre 9

¿Qué te está pasando? ¿Por qué te comportas así? Uno: No podemos estar cogiendo a todas horas y en todos lados. Dos: No estoy ruca, no me andes diciendo así. Y tres: Deja de comportarte como un escuincle.

Noviembre 10

Están muy sospechosos. Entré al cuarto en el que estaban todos y se callaron cuando entré. Algo se traen. Oye papá. ¿Qué onda mi chavo? Este… te quiero mucho. Yo también Joaquín.

Noviembre 23

Otro regaño: Hoy porque me puse a jugar fucho en la calle con unos niños. ¡Ya me tienes harta! Mírate, estás todo sucio, y no sólo eso, ya rompiste el pantalón. Anda, métete a bañar.

Noviembre 28

¿Qué les pasa? Belén tiene cara de asustada. Tiembla mucho. Nadie me dice nada.

Diciembre 7

Estoy muy triste. Hoy mientras caminaba por la calle vi a un niño que jugaba con la pelota más padre que he visto. Me acerqué y le dije qué bonita pelota. Sí, me la compró mi papá. Te la cambio por esta cartera. El niño se sorprendió. Me arrebató la cartera y salió corriendo. La pelota botaba sin dueño. Yo estaba contentísimo. La tomé y observé su brillantez espectacular. Llegué a la casa corriendo y se la presumí a Juaco y a Pepe. Ellos se rieron un poco y luego me sentaron en sus piernas para platicar. En eso, tocaron la puerta. Pepe abrió y encontró a un señor muy enojado que le gritó. Él se disculpó, me quitó la pelota y se la devolvió. No lo soporto, esa pelota es mía. Estoy encerrado en el cuarto y no voy a salir hasta que llegue Belén para acusarlos.

Diciembre 13

No puedo dormir. Tuve un sueño muy feo. Belén está sentada a mi lado y me abrazaba. Estoy llorando. No tengas miedo, todo es un sueño. Prometió que me iba a cuidar mientras duermo. Sus brazos me hacen sentir protegido.

Diciembre 14

Estaba tan entretenido jugando con los juguetes de Juaquis que no llegué y me hice pipí. Belén se enojó y me bañó. Yo la quiero mucho. No me gusta verla enojada porque luego de que me regaña se mete a su cuarto a llorar. Sólo le doy problemas. Prometo ser bueno.

Enero 6

Estoy muy feliz jugando con lo que me trajeron los reyes. Me trajeron todo lo que pedí aunque no me porté muy bien. Belén está muy contenta. Me acuesto abrazando mis juguetes. Belén se acerca a mi lado. La abrazo. Te quiero Belén. Yo también a ti. Ya te tienes que dormir. Oye Belén, perdóname por haberte gritado ayer. Me da un beso en la frente. ¿Sabes que yo te quiero? Sí mi amor. Eres maravillosa. Me abraza. Está llorando. ¿Por qué lloras? No, nada, te amo mi vida.
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* SERGIO HERNÁNDEZ ROURA estudió Letras Hispánicas en la UNAM. Actualmente forma parte de la redacción de la revista Artes de México. Ha incursionado en la literatura infantil con el libro ¡Hay un cuerno en mi sala!, aunque reconoce que lo suyo lo suyo es la literatura de terror. Obtuvo una mención honorífica en el XXIII Premio Nacional de Cuento Fantástico y de Ciencia Ficción (2007).

5 COMENTARIOS

  1. Hola Andres, Sergio HR es un escritor mexicano joven, por eso es un poco complicado encontrar muchos de sus textos. Por ahora te adelanto que le encantan los géneros oscuritos, y pues digo yo, sería delicioso leer algo de eso en Cronopio. El cuento está más que «chido» y las ilustraciones están «del carajo», me encantan.

  2. Qué buen cuento! Me ha recordado vagamente el viaje a la semilla de Carpentier… y digo vagamente porque el tono difiere enormemente. Me gusta la fluidez y ligereza de este escritor. Sabe ser conciso y ameno al mismo tiempo. Las frases, fríamente calculadas, tienen una razón de peso en el texto, y aún así, parece la libre asociación de ideas de un diario. Fantástico! Recomiéndenme más de este autor.

  3. Un cuento fantástico rápido y ligero. El tiempo como una mentira piadosa. Nuestra nostalgia del pasado y la regresión -imaginaria- que nos aparta y vulnera. Y más allá de la fantasía, un amor que sobrepasa los límites, un retorno a la indefensión, al espacio puro del deseo. No sabemos bien en qué momento el personaje ha dejado atrás la experiencia, el cuento es perfecto, porque los lenguajes infantil y maduro se entrelazan, se cruzan… son ciertas acciones las que nos permiten ver esa indefensión en la infancia -que lo es también en la vejez- ese eterno retorno de lo idéntico…

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