INSTANTES…
Por Isidro Martínez*
Por la «orillica»,
Sin hacer ruido, despacio,
voy recogiendo instantes
y con cuidado, los doblo, los acaricio y los guardo…
Dejo el alma al pairo, con las velas desplegadas,
por si se levanta brisa,
…y voy soltando amarras…
«Corren las lagartijas por las piedras del majano.
En el madroño, junto a la fuente, detrás de los avellanos,
ora en voz baja un mirlo…
Con broza, seca en el pico,
un par de jilgueros hacen,
nido en el emparrado…»
«En el huerto, en un descuido, la tristeza se me abraza
cuando paseo entre bancales de tierra fértil y negra,
que trabajo con las manos porque no hiera la azada…»
«Beso el tronco de los tilos,
del almez y la carrasca,
de las sabinas y almendros,
de los nogales y parras…
y, sin poder remediarlo,
de los ojos, aguanosos, una lágrima se escapa…»
…y voy soltando amarras…
«En blanco y negro recuerdos
de mi infancia ya lejana…
tebeos, pájaros, música,
Padre, madre, hermano, hermanas,
tiempos de penuria y de inocencia,
que hacen hermosos la mala memoria y la nostalgia…»
«En el estudio, —silencio—
sobre la mesa, ordenados,
blocs escritos a lápiz…, con versos inacabados…
la guitarra, en una esquina, calla desafinada.»
«Papá, mamá, hijas, hijos, niñas, niño, yayo, yaya….
y tú y yo, mujer,—siempre tú y yo—
y las pequeñas «tontunas» de nuestra vida diaria,
—cosas sin importancia—
que son el gozo y la dicha de la carne enamorada…
y vivir el día de hoy,
que ya traerá Dios el de mañana…»
Cierro los ojos y guardo este momento sagrado,
por si se levanta brisa y despacito me marcho…
Sé que será un fogonazo, y luego el silencio,
átomos sueltos…
y el alma, de nuevo, en casa…
¡Aprieta mi mano, amor mío,
por si la brisa levanta…!
200 LATIDOS
Cogidos de la mano,
como niños perdidos, mirando al cielo,
hemos recorrido, pasito a paso,
las calles del miedo…
Venas, arterias, sangre, positrones,
músculos, huesos, nervios, tendones,
luz, bisturí, tejidos, colores…
máquinas, máquinas, tubos de ensayo,
lágrimas, Dios, dormir abrazados…
El Gran Cirujano decide la vida…
y cien oraciones suturan la herida.
Quirófano, UCI, sala de espera,
gotero, sillón, reloj, duermevela…
doctor, amanece, dolor, pesadillas,
vómito, tos, más tos, pastillas…
Fotos, ayer, recuerdos, infancia,
lágrimas, hoy, ahora,… mañana…
Te beso…
y me abrazo a tu cuerpo, cansado y herido,
porque quiero absorber, con los cinco sentidos,
todo tu dolor para compartirlo…
y para ser, en un cuerpo fundidos,
un corazón y 200 latidos.
UN HOMBRE AFORTUNADO
Conozco los mil caminos que hay entre tu pie y tu boca y esa sensación golosa de ser querido y querer y el perfume de tu piel, cuando en celo nos buscamos, y cada rincón de casa donde nos hemos amado…
Y tengo este «ahora y aquí» que hoy es fuego y mañana ceniza… y la fe que da la ingenuidad a quien persigue utopías…
y mi ver, oír y pensar que el diablo anda suelto, que si pienso, si siento es señal de que aún no estoy muerto…
Y aunque tengo cicatrices en el alma que me callo porque cuando no es a espadas a menudo pintan bastos, tengo que reconocer que, pasado lo pasado, si no un hombre feliz, sí soy muy afortunado…
Qué mas podría pedir si ya me han regalado el día de hoy para vivir, para gozar y apurarlo… y para ser dueño del rayo de sol que a veces me despierta y de la sombra fresquita del árbol donde echo la siesta…
Y aunque tenga cicatrices, que vivir es complicado porque cuando no es a espadas, a menudo, pintan bastos…. tengo que reconocer que lo mío son solo arañazos y que, si no un hombre feliz, sí soy muy afortunado…, porque conozco los mil caminos que hay entre tu pie y tu boca y esa sensación gozosa de ser querido y querer… y el perfume de tu piel…
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* Isidro Martinez
Argentino. Compositor, cantante y escritor, fue Aprendiz de Escritor de «Versos en Servilletas de Papel de Bares y Cafeterías» , y de «Guitarrista sin Conservatorio», mientras estudió para ser feliz- (con algún que otro suspenso en amores quinceañeros y bailes-(aunque no era el que ponía los discos donde tu bailabas) y conseguí mi licenciatura como poeta y músico formando parte de un conjunto musical y luego de otro, y de otro y otro… y de miles de horas de guitarra, de noches sin dormir, de carretera, furgoneta, ensayos,escenarios, alma y corazón, bloc y lapicero…