EL HEDONISMO Y MILÁN KUNDERA
Por Nancy Gissela Reyes Parra*
«Entre la persona más o menos real y la figura del poeta las relaciones son a un tiempo íntimas y circunspectas. Si la ficción del poeta devora a la persona real, lo que queda es un personaje: la máscara devora al rostro. Si la persona real se sobrepone al poeta, la máscara se evapora y con ella el poema mismo, que deja de ser una obra para ser un documento. El poeta debe sacrificar su rostro real para hacer más viviente y creíble su máscara; al mismo tiempo, debe cuidar que su máscara no se inmovilicé sino que tenga la movilidad-y más la vivacidad- de su rostro» (Octavio Paz, Libertad bajo palabra).
La descripción anterior de Octavio Paz, me recuerda la vida de Milan Kundera: un hombre excéntrico y genial en la escritura cuyos escritos no han podido ser catalogados, adelantado a su época, ferviente luchador y defensor de sus ideales.
Al término de la II Guerra Mundial se afilió al Partido Comunista, del que fue expulsado tras los sucesos de 1948 en Checoslovaquia, pasando por difíciles momentos en su vida, teniendo que ganarse la vida a través de diversas ocupaciones, particularmente como pianista.
Por medio de la literatura fue capaz de utilizar estas experiencias y convertirlas en maravillosas obras de arte, cuya característica principal es el hedonismo, como el mismo diría en «La insoportable levedad del ser»: «escribo por el placer de contradecir y por la felicidad de estar solo contra todos».
En «El libro de la risa y el olvido», el hedonismo se encuentra representado casi en cada uno de los párrafos que transcurren dentro del texto. Para el lector, dicho texto es una experiencia nueva y gratificante. Descubrir una forma nueva de narrar que a pesar de describir momentos dolorosos, extraños y complicados, nos hace reír. Sin darnos cuenta caemos en esta jugada en la que el placer se antepone al dolor, sin que sea necesario utilizar el placer como resultado del deseo sexual. Es el placer de disfrutar lo escrito con una sonrisa en los labios a pesar del sufrimiento de los personajes involucrados.
El autor retrata a la condición humana de una manera muy peculiar. Las transformaciones que surgieron en las personas que vivían en la Checoslovaquia de la posguerra, las retrata a través de la depresión, la paranoia, la falta de privacidad, la política gubernamental. Cumple su cometido por medio de una serie de historias, cuyo vértice central es la sexualidad, la particular forma en la que cada uno de estos personajes se asociaba sexualmente, o las formas en las que el placer llegaba a considerarse el centro de sus vidas, en ocasiones siendo una de sus grandes debilidades o traumas, y en otras ocasiones como una de sus grandes derrotas.
Kundera utiliza el humor negro para poder abordar estos temas de una manera menos complicada. Sin embargo, lo que más me sorprende, es que la mayoría de estas narraciones abordan cuestiones y problemáticas que no pierden vigencia en la actualidad.
Cuando leí el libro, me pareció muy avanzado para el contexto en el que fue publicado: 1979. Pensé que probablemente la sociedad checoslovaca era de una mentalidad muy abierta, para que el autor hubiera podido publicar el libro. Después de una breve investigación en el asunto me di cuenta que no era así. En realidad, el gobierno checoslovaco, despojó al autor de su nacionalidad, y lo condenó al exilio, debido precisamente a los temas que aborda en «El libro de la risa y el olvido».
Milan Kundera me hace reflexionar sobre la libertad, al entender a través de sus letras diferentes universos, incluyendo la mente del escritor, con una serie de historias que aparentemente no tiene nada en común, y al mismo tiempo están unidas, de una forma casi inseparable.
Por último quiero concluir estas líneas con la siguiente tesis. Kundera me hace cuestionarme sobre la búsqueda individual de ser libre y aceptado, y encuentro la respuesta en las letras que el propio autor escribe en «El arte de la novela»: El hombre piensa, Dios se ríe.
Entrevista a Milán Kundera en 1968. Pulse para ver el vídeo:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=ndz4DPtRCVU[/youtube]
____________
* Nancy Gissela Reyes Parra nació en la ciudad de Mexicali, Baja California, México, el 7 de noviembre de 1985. Su incursión en las letras inició a edad temprana a partir de la composición poética «Espíritu Rocoso», en el certamen literario «Mexicali a través de sus letras» (2000), obteniendo mención honorífica. Posteriormente participaría en el certamen Valores Juveniles, con la poesía Ausencia (2006), obteniendo también mención honorífica. Participó en el certamen de la Revista Proceso con el ensayo «Los jóvenes y la política». (2006). Escribió la novela «Nudos» para el certamen por el Premio Nacional de Novela Corta Juan García Ponce (2007). Ese mismo año realizó la exposición Fotográfica «Café Amargo». También participó en el certamen «Cultura sin Fronteras» convocado por CIC-MUSEO UABC, con el ensayo «Happy birthday virgencita chula». Ese mismo año publicó en el Periódico La Crónica, el reportaje «El Messenger y el lenguanje». Posteriormente participa también en la creación de la antología de Cadáver Exquisito con la historia Sin palabras (2008), y escribió «Árboles morados» para el IX Certamen de Relato Breve Arévalo ’08, relato que fue publicado en 2009 en la revista electrónica Literatura Libre. En 2010 se convierte en parte de los escritores publicados en la «Antología de Poesía Mexicana del Siglo XXI», y también en la antología de «Narrativa Post Boom: los que siguieron creando», ambas de Lord Byron Ediciones, Madrid.
Es mi escritor favorito, después de García Márquez. Siento mucho su muerte, aunque agradezco infinitamente el legado cultural que deja a la humanidad. Muy buen análisis.