MÁQUINAS INTELIGENTES, ARTE Y LITERATURA
Por Abel González Fagundo*
«Durante décadas, incluso antes de la creación del término,
la IA suscitó tanto miedo como interés, cuando
la humanidad contemplaba la posibilidad de
crear máquinas a su imagen y semejanza…»
Joanna J. Bryson (Bryson, 2018)
El diario catalán digital La Vanguardia publicó a mediados de 2019 un artículo bajo el título Cómo suena la poesía que escriben las máquinas. Sus oraciones iniciales nos adelantan su contenido: «Investigadores de Microsoft y la Universidad de Kioto (Japón) han inventado un sistema de inteligencia artificial que escribe poesía a partir de imágenes. A pesar de que los expertos consideran que su producción es muy desigual en cuanto a la calidad, admiten que algunas composiciones son más que aceptables. De hecho, un grupo de lectores que ignoraba el origen de los textos tuvo dificultades para descubrir quién era el autor» (Micó, 2019).
Dos años después, sigue ocupando espacios la realidad de las inteligencias artificiales que escriben poesía y parece ser un consenso entre los investigadores que cada vez lo hacen mejor. Sobre el tema nos informa el Diario del Analista, en diciembre de 2021, que dedica el artículo: Este robot humanoide escribe poemas creados por inteligencia artificial (Onate, 2021). El análisis de este texto se centra en I-Da, un conjunto de artes de ingeniería creado por Aidan Muller [1] de la Universidad de Oxford en el Reino Unido. El robot posee un sistema avanzado que puede generar 20.000 palabras en solo 10 segundos.
El debate sobre la posibilidad de que la inteligencia artificial pudiera igualar a la humana es extenso y tiene su luz germinal en 1945, cuando el matemático Von Neumann formula la arquitectura que recoge las bases de lo que luego sería el computador electrónico. Este debate se hace visible, concreto, cuando en 1950 el padre de la inteligencia artificial Alan Turing formula la pregunta: ¿Las máquinas pueden pensar? [2]. El científico postuló el Test de Turing [3], una prueba para medir la capacidad de las máquinas para emular a un ser humano y que hoy sigue teniendo vigencia teórica. La literatura y el cine se hicieron eco de esta idea de manera inmediata y profusa; tanto es así que el propio año 1950 Isaac Asimov da a conocer su novela Yo, Robot; y en 1968 Philip K. Dick publica ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, texto que sirve de base al guion de la película de culto Blade Runner de 1982. La historia dirigida por Ridley Scott se convirtió en un clásico del género de ciencia ficción y contribuyó a ampliar el debate fuera de las comunidades académicas, socializándolo en los medios intelectuales y en la población general.
Uno de los hitos relacionados con la evolución de estos algoritmos y su capacidad para competir con la inteligencia humana, se produjo el 10 de febrero de 1996, en el Centro de Convenciones de Filadelfia, cuando la supercomputadora Deep Blue de IBM, derrotó al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov. Este suceso fue ampliamente publicitado y laceró las bases de quienes aseguraban que el pensamiento humano desarrollado era muy superior al de cualquier algoritmo, porque este último no tenía la capacidad de superar y evolucionar en un sistema cerrado; la realidad demostró lo contrario y creó nuevas expectativas sobre los alcances del cómputo inteligente.
La voluminosa cantidad de datos generada por Internet y en especial por las comunidades virtuales y redes sociales que comenzaron a dominar el panorama de la red global con el surgimiento de la web 2.0 y el uso extendido de los Smartphone, han puesto a disposición de los visionarios de la I.A. [4] una variedad y profundidad de información inédita en la historia del conocimiento. El análisis de esta información permite el desarrollo acelerado de la I.A. en casi todas las vertientes del conocimiento; el arte y la literatura no son ajenos a esta realidad, de hecho, existe toda un área de investigación dedicada a la misma, la inteligencia artificial expresiva que se ocupa de la posibilidad de que un sistema de cómputo pueda crear obras de arte. En la actualidad existen una gran variedad de proyectos investigativos que van en esta dirección, algunos de ellos están enfocados en la producción comercial de este nuevo tipo de arte.
En octubre de 2018 la pintura El retrato de Edmond Belamy, uno de los primeros cuadros creados mediante inteligencia artificial, fue subastado en Francia y se vendió por 432.500 dólares. Un ingeniero, un empresario y un artista franceses gestaron el proyecto: «La imagen, con aires de la pintura del siglo XVIII, se creó en un computador, no es una pintura sino el resultado de una impresión de tinta y puesta en un marco dorado. La firma de su «creador» está abajo a la derecha y se trata de la fórmula de álgebra que sirvió para su creación [5].
La poesía parece ser una de las zonas literarias en las que las capacidades de los procesos relacionados con la I.A. expresiva han conseguido avances. Por ahora solo se trata de simulaciones; existen motivaciones subyacentes que han contribuido a la dimensión estética de la inteligencia humana y aún las máquinas están muy lejos de los reinados del arte. Aunque seremos por un tiempo quienes dictan las leyes de ese reino, hay que reconocer que en el campo de la música se están acercando a sus fronteras. La web sobre tecnología Xataca, publicó el 11 de mayo del 2020 una noticia sobre la red neuronal Jukebox (Pastor, 2020), un sistema capaz de imitar a cualquier artista de la música creando canciones que siguen su estilo y que pone en serias dudas los cuestionamientos a las capacidades creativas de las máquinas.
En la civilización hacia la que vamos, esa que comenzamos a gestar hace unas décadas y que estará signada por escenarios en los que la tecnología será aún mas protagonista; ¿quedaremos los poetas humanos obsoletos?, ¿asistiremos a la aparición de nuevos Rimbaud cibernéticos?, ¿quiénes serán los consumidores del arte y la literatura generadas por la inteligencia artificial?. De hecho, ¿existirá el arte y la literatura con las connotaciones sociológicas que ha tenido durante gran parte de nuestra historia social moderna?
NOTAS:
[1] Estratega digital, especializado en asuntos políticos digitales, redes sociales y en la política y uso los datos. Es director de estrategia digital en Cast From Clay
[2] En 1950 Alan Turing inició su artículo Computing machinery and intelligence formulando la siguiente pregunta: ¿las máquinas pueden pensar? Es reconocido como el primer científico que formuló este tipo de preguntas. Turing no acuñó el término que hoy conocemos como inteligencia artificial, pero se le reconoce su paternidad
[3] En el Test de Turing se mide la capacidad de una máquina para hacerse pasar por ser humano mediante una prueba de conversación entre ambos. Si el humano no logra identificar que se trata de una máquina, esta última sería considerada inteligente.
[4] Inteligencia Artificial.
[5] Artículo de prensa «La primera pintura creada con inteligencia artificial fue vendida por 432.500 dólares» publicado en el medio francés https://www.france24.com/es/20181026-obra-inteligencia-artificial-edmond-belamy el 26 de octubre del 2018
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bryson, J. J. (2018). La última década y el futuro del impacto de la IA en la sociedad. (BBVA, Ed.) OpenMid BBVA. Obtenido de https://www.bbvaopenmind.com/articulos/la-ultima-decada-y-el-futuro-del-impacto-de-la-ia-en-la-sociedad/
Honzik, M. (2021). Encuentros entre Arte, Ciencia e Inteligencia Artificial. EVE Museos e Innovación. Obtenido de https://evemuseografia.com/2021/09/09/encuentros-entre-arte-y-ciencia-e-inteligencia-artificial/
Micó, J. L. (6 de Mayo de 2019). Cómo suena la poesía que escriben las máquinas. La Vanguardia. Recuperado el 2022, de
https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20190504/462008315059/inteligencia-artificial-robot-misica-arquitectura.html
Onate, E. (12 de 2021). Este robot humanoide escribe poemas creados por inteligencia artificial. Diario el Analísta. Obtenido de https://www.diarioelanalista.com.ar/este-robot-humanoide-escribe-poemas-creados-por-inteligencia-artificial/
Pastor, J. (2020). A esta inteligencia artificial le bastan 1,2 millones de canciones para imitar el estilo de cualquier artista, vivo o muerto. Xataca. Obtenido de https://www.xataka.com/robotica-e-ia/a-esta-inteligencia-artificial-le-basan-1-2-millones-canciones-para-imitar-estilo-cualquier-artista-vivo-muerto
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* Abel González Fagundo (Matanzas, Cuba, 8 de agosto de 1973), conocido por Abel G. Fagundo es un escritor cubano, cuya obra ha sido reflejada en numerosas antologías y medios de prensa del mundo hispanohablante. Ha incursionado principalmente en la poesía, la crítica literaria y la fotografía. Coeditor de Mar Desnudo: Revista Cubana de Arte y Literatura.
Ediciones Matanzas publicó en 1991 el cuaderno de poesías «El sitio de las memorias» con las que el autor había ganado en 1990 el Premio nacional de poetas estudiantes. Ediciones Vigía publicó en 1999 el libro de poemas «Golpes de Dios», con este cuaderno el autor había ganado un año antes el Premio Rilke al joven Poeta otorgado por la Editorial Vigía.La editorial Ediciones Matanzas publicó en diciembre del 2001 el libro de poemas «Extinción». La editorial Ediciones Matanzas publicó en diciembre del 2006 el libro de poemas «El Costal de los pecados». Este libro de poemas fue presentado en La Cabaña durante la Feria del Libro de la Habana del año 2007.Ediciones Aldabón público en noviembre del 2008 el libro de poemas «El Terco Persistir». Ediciones Matanzas publicó en 2012 el libro «En el Bosque Francés de la Calle medio», Presentado en la Feria Internacional del Libro de la Habana.
Sus poemas aparecen en diversas antologías en Cuba y mundo. Sus textos han sido traducidos al inglés y el portugués. Es colaborador de varias revistas nacionales e internacionales.
Página el autor en la enciclopedia ECURED: https://www.ecured.cu/Abel_G._Fagundo
Una muy buena propuesta para un debate…..para invitar también a proponer…..
Me gustó la nota. Y las preguntas que se hacen al final, invitan a pensar y a imaginar.