Periodismo Cronopio

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Juan Manuel Roca

JUAN MANUEL ROCA, ENTRE LA METÁFORA Y LA CRÍTICA

Por Sara Gaviria Piedrahita*

Sus versos, dulces. Sus cuentos, una extensión de su poesía crítica y misteriosa. Sus comentarios, ácidos. En su sangre, la de Luis Vidales. Juan Manuel Roca Vidales presenta a las artes y la cultura como una resistencia espiritual frente al horror.

Critica la banalización de esa cultura, «una suerte de hipnosis en la cual se confunde la cultura con el espectáculo, mezclándose tanto, que si ustedes atienden a la palabra que más se oye en televisión o en la radio es la palabra espectacular, todo es espectacular», dice calificando esta banalización como una ‘anestesia’ que hay cuando se acaba el periodismo crítico de la cultura y se vuelve solamente espectáculo.

La cultura, una verdad paralela a esa otra realidad de violencia, presente en esta encrucijada histórica que vivimos. Pero la cultura anda en crisis, ya «las reflexiones de orden social, las de orden literario, no tienen cabida en los medios sino en pequeños chispazos, leves, huecos».

Habla de una ‘shakirización’ de la cultura, en la cual lo que importa es el espectáculo. «En esa medida se han ido desapareciendo los espacios literarios. Las reseñas de libros son realmente una extensión infeliz, pequeñísima y lo que prima es esa hipnosis del espectáculo».

SU GENERACIÓN

Nacido en la década de los cuarenta, una generación que Juan Manuel considera en el desarraigo. Entre la poética de la violencia de un ‘País Secreto’.

Ante la necesidad de airear el panorama de la Medellín de entonces, funda junto con Fernando del Río, Fernando Rendón y Raúl Henao, en el año 72, la revista ‘Clave de Sol’: «mi generación estaba en una especie de emparedado entre una época, digamos, de la literatura costumbrista paisa, una literatura nostálgica, aburridorsísima, y el escándalo y el estruendo del nadaísmo. Como nosotros no estábamos ni en una orilla ni en la otra, intentamos hacer una revista que aireara un poco lo que estábamos escribiendo, los que en esa época éramos autores literarios».

Durante esta década criticó fuertemente el gobierno de Julio César Turbay Ayala (1978-1982) y su Estatuto de Seguridad. Sus poemas gritaron libertad ante las represiones de ese gobierno, a la vez que reflejaban miedo y desesperanza en sus líneas.

En el 89 comienza a coordinar el ‘Magazín Dominical’ de El Espectador y se mantuvo allí 10 años en los que se continuó hablando de su generación del desarraigo, de poesía, de libros.

«Lo que nosotros hacíamos en el Magazín era una conjunción de temas que no tenían previo un tratamiento académico historicista o distanciador del lector corriente. Lo que intentábamos era que el lenguaje fuera muy atractivo y en esa medida nos dimos cuenta que, por ejemplo, en pueblos de la costa, de Antioquia, donde no había bibliotecas o no había librerías, El Magazín cumplía la función de divulgar la cultura».

LA SANGRADA ESCRITURA

Para Roca, las letras son revolución, sacrificio. Las letras sangran. El lector exigente no puede seguir siendo prescindible. No puede permitir que se fomenten las lecturas acomodadas, aturdibles, manejables. «Y allí hay una cosa perversa, y es que mantener a la gente un poco en la oscuridad de la incultura la hace más fácil de manejar (silencio). No se manipula a la persona que lee. No es algo inocente, no es una coincidencia que se haya desmantelado todo el aparato crítico cultural del país para darle paso a revistas que realmente son lamentables, ofensivas. Es como si nos trataran como unos retrasados mentales».

Y es que escribir siempre sangra, sangra al parir la palabra y más cuando muera. Sangró también el ‘Magazín Dominical’ luego de 10 años de ser manejado por el poeta. «Cuando El Espectador cambió de dueños, lo primero que llegaron fue por la cabeza del Magazín, les incomodaba mucho que hubiera algo independiente que no estaba ideologizado bajo ningún partido, que entendiera la cultura como un todo donde aparecían los movimientos sociales pero también la literatura, las artes plásticas, etc. Porque parece ser que ya los periodistas no dirigen los periódicos, los periódicos son dirigidos por la gente de mercadeo, de marketing, y la gente de mercadeo es una raza de mutantes absolutamente hueca que dicen que a la gente no le interesa la cultura porque creen que la gente son ellos».

‘La Sangrada Escritura’ fue otra revista cultural que inició junto con Alberto Rodríguez Tosca, un poeta cubano, y la diseñadora Mariela Agudelo. Otra revista que ya no es. Otra travesía de letras. «Fue una aventura de ver hasta cuándo podíamos hacerlo, ninguno de los tres éramos buenos gestores culturales, sólo éramos pasión por hacerlo. Al principio fue muy fácil porque el periódico tenía un formato muy singular, porque trataba unos temas que empezaron a gustarle a mucha gente. Nos ofrecían publicidad y fue fácil manejarlo los primeros números. Después de toda esa cerrazón hacia los medios culturales fue más difícil». La falta de experiencia en el tema publicitario, entre otras cosas, los hizo desgastar y finalmente abandonar el proyecto. «Es que para hacer aquí un periódico independiente de todas maneras se tiene que sufrir el ‘síndrome de Caperucito’, hay que ser un lobo feroz y nosotros no éramos buenos para eso», dice riendo.


SANGRE DE POETA

Su tío Luis Vidales, poeta comprometido con las causas políticas y autor del famoso ‘Suenan timbres’, recibió el Premio Lenin de la Paz concedido por la Unión Soviética, pero Roca afirma: «Ni los periodistas, ni los poetas pueden ser boca de partido porque los lleva a cometer sesgos que son a veces imperdonables. En la poesía, por ejemplo, un poeta notable como Pablo Neruda era un poeta boca de partido, entonces escribía un poema de oda a Stalin; cuando Stalin caía en desgracia con el partido, un poema contra Stalin, con lo cual le hacía a uno perder la idea de la independencia. El periodismo no puede caer en estos errores, porque termina esquematizando todo y planteándolo como desde un manifiesto».

En su más reciente visita a Pereira el poeta luce desgastado, con un par más de canas. Habla calmado, una ironía en cada comentario y sigue su camino.

Entrevista a Juan Manuel Roca. El poeta colombiano lee sus poemas en Granada, España. Cortesía de TG7. Pulse para ver el video:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=cd_lRf2dZcQ[/youtube]

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* Sara Gaviria Piedrahita es Estudiante de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Católica de Pereira. Ganadora del Premio Corte Final 2011 en la categoría de cuento. Ha publicado sus cuentos, crónicas y artículos en medios como la revista Ex-presión, El Diario del Otún, Ediciones Cuélebre, Viajes y Quenopodios de  La Urbana, Periodico Lapislázuli, paisportatil.com y lasillavacia.com, entre otros. Twitter: @saragapi

Juan Manuel Roca es poeta, novelista, ensayista y periodista colombiano. Coordinó por 10 años el «Magazín Dominical» de El Espectador. Con el aliento marcado por el surrealismo, habla sobre su «maldita costumbre de vivir».

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