Collage Cultural Cronopio

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RODÓ EL CHIP EN RUSIA 2018 DENTRO DEL BALÓN INTELIGENTE O SMART BALL

Por Pedro Hoyos Salcedo*

La educación y la metodología futbolística del s. XXI seguirán el Smart Ball o balón inteligente que apareció Luzhnikí.

La esfera que rueda en los espacios contemporáneos se inició como una bola de caucho, ruda, peligrosa y pesada, y llegó a Rusia-2018 como balón liviano, seguro, multicolor e inteligente: tiene en su interior su astilla o lasca o diminuto microprocesador o microchip de cilicio.

El concepto de chip o microprocesador ya se ha instalado de forma omnipresente dentro de los diferentes sistemas que predominan tecnológicamente en el universo contemporáneo. Los bebés de hoy y los del s. XXI, nuestros nietos, ya nacen y nacerán, figuradamente, con un microchip instalado en su cerebro. Hoy y mañana la humanidad será inteligente, todo será Smart: el dinero y las tarjetas funcionarán con su respectivo chip; todo no será cheap pero sí será chip; todo será diminuto o micro. En las tarjetas de crédito las bandas magnéticas han sido desplazadas por el chip; para iniciar, o para prender, o para arrancar un carro o coche se hace con un chip; se viaja mundialmente con un pasaporte que exhibe un chip; para comprar y para vender se usa el chip; los hoteles están infestados de chips; todas las tarjetas tendrán su respectivo circuito integrado (TCI).

El semiconductor de silicio es el nuevo rey, es multifuncional; desplazó al transistor aparecido en el año 1947 y al SIM funcional de los años 90, usado para la telefonía móvil GSM en Europa; un proceso que viene de la arena y que termina en silicio universal domina los movimientos del ser humano hoy, ahora, y lo hará mañana. La tecnología ha superado a la ficción. El chip informático ya está y estará en el cuerpo humano: inicialmente el primer chip instalado fue el VeriChip de tecnología nanochipe cuyo tamaño era algo menor que un grano de arroz. Inicialmente se instaló en la mano, después en ambas manos y/o en el cerebro. Lo usan más de 10.000 personas para obtener, para promover, para establecer y para procesar un intercambio de información instantánea entre los dispositivos. El chip se ha establecido exponencialmente bajo el ala y bajo el aura protectora de la tecnología.

La educación deportiva del s. XXI será la simbiosis y la síntesis de los procesos de enseñanza aprendizaje deportivos del pasado con sus cambios, con sus paradigmas, con sus temáticas, con sus técnicas, con sus tácticas, con sus trucos, con su inteligencia, con sus cuadros, con sus modelos de evolución, con sus metodologías y con sus propias dinámicas.

Ahora, ilustremos con las mascotas y con los balones o bolas históricas. La historia de los mundiales de fútbol ha evolucionado desde Willie, la primera mascota de las Copas del Mundo, hasta el actual lobo Zabivaka que apareció en Rusia 2018, significando «el que anota»; en Italia 90 apareció Ciao sin cara alguna diciendo «adiós», en el 94 tenemos el perro Stricker, Francia recupera a Willie y circula con el gallo Footix que es un fundido nominal de football y Vercingetorix, héroe galo: es un galo-gallo y un gallo-galo. En México 70 asoma el chico Juanito haciendo gala al primer Mundial a color. Después y en la segunda edición de México mundialista, desfila Pique que evoluciona de niño a chile gigante y picante; en el biespacio de 2002 aparecen tres extraterrestres pletóricos de risa practicando el «Atoball» remedo del fútbol: ellos eran Ato, Kaz y Nik. En la España mundialista y campeona, Naranjito desilusiona al español porque no se refiere al arte nacional español o la tauromaquia sino a la sonrisa sugerente, como la de la Monalisa, de una naranja feliz que sonríe; Goleo VI lleva como impronta el 06 haciendo gala de su calenda mundialista cuya compañía fue el parlanchín y parloteador balón llamado Pille con valor de 250.000 euros. La gauchada indígena tiene su curso en el 78 con Gauchito que muestra un sombrero, un pañuelo y un látigo; la mascota teñida en tono ecológico (verde) aparece en África: es un leopardo nombrado como Zakumi que etimológicamente se nutre de «ZA» acrónimo de Sudáfrica y «kumi» que en algunos dialectos africanos connota «10». En Alemania 74 no aparece un niño sino dos: Tip y Tap. Tip tiene como emblema del vocablo Weltmeisterschaft o «Copa Mundial» y Tap soportando el número 74 o WM74 «Copa Mundial 74», presentando simbólicamente la unión de las dos alemanias o el antimuro de Berlín. A continuación desfila el armadillo Fuleco en Brasil. Fuleco es un fundido semántico neobarroco de «futebol» y «ecología». Finalmente vemos la disputa entre el tigre siberiano (tesoro de la fauna rusa), el gato criollo y Zabivaka. En pleno verano 2018 se vio un lobo que es un arquetipo popular infantil ruso; la Rusia mundialista, 2018 expuso y recuperó la memoria popular infantil con su mascota Zabivaka.

La pedagogía, la metodología, las reglas de la gramática del balón se esparcen, se cruzan y se truecan con la historia y con el paso de los tiempos. El balón del fútbol ha creado su propia imagen, su propio espacio, sus propios contenidos y su propia dinámica. Ha establecido un saber hacer, un saber significar, un saber presionar, un saber proxémico y un saber entender. Ha evolucionado y ha viajado de paradigma en paradigma desde Uruguay 1930 hasta la Rusia inteligente de 2018. Tenemos 88 años de cambios de dinámicas, de gestos, de un decir, de sugerencias, de morfologías y de nominativos múltiples.

Veamos otras variaciones: inicialmente se jugaba con balón propio; Argentina (balón Tiento) y Uruguay (balón T) en su disputa a muerte jugaron un tiempo con un balón y otro tiempo con otro balón: dos balones para un mismo juego. Antaño, el esférico, la redonda, tenía su propio reino, su propio dueño, su propia forma, su propia fama y su propio espacio. Las propuestas cambiantes y dinámicas extraviadas se pusieron en orden durante México 70 cuando la FIFA comulgó con ADIDAS para diseñar ordenadamente y de forma lineal el balón del futuro.

Las texturas y los volúmenes de las pelotas durante los mundiales se han movido de la nada–primigenia a lo espacial y a lo inteligente: Uruguay —con vejiga interior— T-MODEL, los charrúas, y Argentina —con vejiga animal interior— TIENTO 1930, sin balón oficial, jugaron la final con uno de cuero con gajos rectangulares.

Italia 1934 se divirtió con un balón oficial de cuero con gajos rectangulares llamado DEFERALE 102; Francia 1938 integró primigeniamente la válvula, eliminado la vejiga, y se presentó con ALLEN, que también tenía gajos rectangulares. Brasil 1950, y después de 12 años sin mundial de fútbol debido a quehaceres mundiales como las guerras, la guerra civil española, la post depresión, etc, confirmó el balón con válvula, bautizado como SÚPER BALL DUPLO T. Para Suiza 1954 desaparece la costura exterior, los paneles eran cosidos y se establecieron numéricamente en 18, los gajos externos eran en forma de T: allí brilló SWISS WORLD CHAMPION; Suecia 1958 cambió el número de paneles de 18 a 24 y su exterior fue plástico tríptico así: amarillo/marrón y blanco con gajos externos en forma de T.

TOP STAR era la perla sueca. El de Chile 1962 era más esférico, debido a que los gajos alcanzaban a ser 18; así fue MR. CRACK. Inglaterra 1966 tuvo dos colores mundialistas: para los partidos normales el color fue blanco y negro y para la final hubo una edición especial anaranjada que sustentaba SLAZENGER CHALLENGE que significa «desafío» y tenía 25 paneles con gajos rectangulares de cuero. México 1970 (primera Copa del Mundo televisada), enseñó, por obra y gracia de Telstar o «estrella de televisión», la combinatoria de 20 paneles blancos con 12 negros poligonales cosidos a mano. Debido a lo anterior las transmisiones televisivas, en blanco y negro, mostraban mucho más real y clara la grandeza y autonomía del centro de la fiesta TELSTAR.

Alemania 1974 dialogó [sic] deportivamente con una esfera, en dos versiones, que resistía con honor deportivo los rayones y las raspaduras de los gladiadores del botín pues su cubierta era de poliuretano; así fue TELSTAR DURLAST, orgulloso, de cuero y 32 gajos poligonales blancos y negros. Argentina 1978 dialogó con TANGO DURLAST mezcla de poliuretano y cuero genuino, no le afectaban las temperaturas y era el longevo del momento, representante del género musical y baile peculiar del Río de la Plata.

En España 1982 la redonda era water proof o resistente a las inclemencias acuosas, las costuras estaban bien protegidas por capas invisibles de oro negro o caucho, todavía con 32 gajos que combinaban cuero y poliuretano. Después de este mundial desapareció el uso futbolístico del cuero genuino, usado en las bolas coquetas de los estadios del mundo, ésa fue la herencia de TANGO ESPAÑA.

México 1986 fue el pionero de lo sintético: la rodante, de microfibra sintética, fue cosida a mano y resistía los embates del agua. La novedad del momento la vivieron cuando vieron los giros de AZTECA que hace honor a lo precolombino de su tierra. En Italia 1990 desfiló ETRUSCO ÚNICO, nombre que rescata uno de los pueblos antiguos de la península itálica. Tenía secretamente en su interior una capa de espuma negra de poliuretano: ETRUSCO ÚNICO era muy rápido, muy ligero e impermeable y sus 20 tríadas rodantes estaban decoradas, a manera de bestiario, con tres cabezas de león. Estados Unidos 1994 aplica sus excelentes técnicas de laboratorio cuando sale a la cancha el balón llamado QUESTRA, término que denota y que rescata semánticamente la alusión antigua a la búsqueda de las estrellas. Llevaba mallas de estabilidad y de fibra trenzadas con las mallas, estas ideas vienen de la moderna industria aeroespacial y de los cohetes de alta velocidad. Su material es el poliestireno EPS/XPS que tiene hasta 95% de aire: es muy resistente, extra fuerte y ligero.

TRICOLORE representó a Francia en 1998. Festivo y multicolor: blanco, azul y rojo. Con TRICOLORE fenece el diseño de 20 triadas y como contraste suplementario se llena de micro burbujas de gas, cerradas y altamente resistentes.

FEVERNOVA vivificó Japón y Corea 2002, significando «la nueva fiebre» o «fiebre» y las «estrellas brillantes de un tiempo breve-nova». Este balón tenía una trayectoria muy precisa, debido a la superposición de tres capas tejidas. Su rotor era dorado con un centro negro. TEAMGEIST significa «espíritu de equipo» y fue el de Alemania 2006. Esta bola no tenía gajos ni costuras, los paneles habían decrecido, respecto a los de antaño, 34 a 14 y estaban sellados en vez de cosidos. Aquí el balón empezó a ser de la familia de los inteligentes o Smart Ball: dialoga y enseña los nombres de los equipos que reposan en los 14 paneles, el nombre del estadio se lee allí y la fecha exacta del partido en que sería usado reposa en su superficie. Es un mini libro abierto, hablante, sonoro, veloz, textual, pedagógico, ilustrativo, significativo e instructivo.

JABULANI aparece rampante en Sudáfrica 2010. Es un balón cuyo nombre denota «celebrar» en Zulú (lengua hablada en un pueblo del sudeste africano). Lo multicolor danza en los estadios y a manera de policromía rodante tiene 8 paneles sellados con una capa de súper carbonato y 11 colores que sugieren los 11 jugadores de la cancha que simbolizan las prioridades y las esperanzas de cada equipo en contienda. Los 11 colores de JABULANI además se refieren a los 11 idiomas oficiales de Sudáfrica y a sus 11 comunidades respectivas.

BRAZUCA que significa coloquialmente tanto «brasileños» como «orgullo nacional», fue el de Brasil 2014, con sus órdenes y con sus desórdenes. Rodó con 6 paneles idénticos de poliuretano con una vejiga interna de látex, es notablemente simétrico, es de una superficie que establece mayor adherencia y definitivamente es estable durante el juego.

La otra cara de esta nueva realidad futbolística inteligente y futurista la presentan algunos porteros o guardametas del mundial, como fue el caso de las declaraciones en contra de Telstar 18, dadas a través del periódico Marca, en contra del balón inteligente con chip incrustado, hechas por los españoles De Gea, Kepa Arrizabálaga y Pepe Reina: «no se sabe si es mejor que tenga más o menos presión, el caso es que lo podían haber hecho mejor». Reina, el portero del Napoli, en específico declaró verticalmente: «está recubierto por una película plástica que dificulta su agarre. Los porteros vamos a tener muchos problemas con esta pelota… hace cosas raras, tiene un vuelo incontrolable y es muy mejorable… Apuesto lo que sea a que en el Mundial vamos a ver por lo menos 35 goles lejanísimos porque no hay quien lo descifre». El alemán Ter Stegen que cubre los tres palos dijo: «el balón es mejorable. Podría ser mejor, porque se mueve mucho. Pero me parece que nos vamos a tener que habituar a trabajar con él y tratar de conseguir el mayor dominio posible antes de que empiece el Mundial. No nos va a quedar más remedio».

A pesar de todos los cambios y de todas las propuestas deportivas y evolutivas anteriores, se concentró en Rusia 2018 la producción estelar de Telstar 18, lo cual es cíclicamente un volver a los inicios del fútbol acolitado por Adidas desde hace 50 años: la carcasa será nueva y diferente, los tonos serán blancos y negros, abunda en motivos pixelados que lo lanzan hacia un esfera posmoderna, los materiales serán ecológicos y reciclables y la tecnología se proyectará hacia el s. XXI.

La bola de Rusia, 2018, presentada por Lionel Messi en Moscú, tuvo como compañero estructural, asesor y definidor de exactitudes deportivas realistas un chip de transmisión de datos en proximidad (NFC): éste estuvo incrustado en la esférica rodante por los campos de los zares caídos, se vio en los espacios de Lenin, danzó y viajó en las alegres y bien decoradas troicas. Los Bolcheviques, los Mencheviques y las mentes deportivas del mundo se comunicaron al unísono, interactuando inteligentemente con el balón del s. XXI. Los respectivos móviles o elementos inteligentes supieron al instante y por arte de magia tecnológica, qué opinaba, qué sugería, qué hacía y qué sabía, el chip guía incrustado o semi dios alienador moderno.

El balón inaugural viajó desde la Estación Espacial Internacional (EEI) en una de las naves rusas Soyuz MS-08 despegando desde el cosmódromo Kasajo de Baikonur, en Kazajistán, dirigida por el cosmonauta ruso Oleg Artemiev; también viajó la mascota inteligente de Rusia 2018, el lobo Zabivaka. Igualmente, la tripulación de la EEI prometió que en sus momentos de relax programático verían los partidos en su plataforma orbital.

La promoción del mundial de fútbol desde el espacio con su mascota inteligente y con su balón inteligente y proyectado hacia la formación deportiva del s. XXI, fue una realidad tan virtual como real, paradoja entendible dentro de los parámetros de la posmodernidad inteligente o Smart Posmodernity. Zabivaka rodó inteligente, proyectiva, alegre, comunicativa, pedagoga, docente y tentadora, ante los discentes aficionados al fútbol, balompié o soccer, el jueves 14 de junio cuando se inauguró la Copa del Mundo en el Olímpico de Luzhnikí.

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* Pedro Hoyos Salcedo es oriundo de Cali, Colombia. Se especializa en la literatura latinoamericana, Siglo de Oro español y la literatura española del siglo XIX. Tiene estudios doctorales de la Universidad de Nebraska, en Lincoln. Ha publicado artículos en los periódicos y revistas literarias más prestigiosas de su país. Ha publicado tres libros: «De Cortés a García Márquez. Ensayos de Literatura Hispanoamericana». Colección Prisma, Editorial Lumen, Lima. Perú. «Ejes temáticos en la obra de Ricardo Palma». Universidad del Quindío, GEDES Editores, Colombia, y «Ningún ser humano es ilegal ni el reino de Dios Tiene fronteras». Universidad del Quindío, GEDES Editores, Colombia. Es autor de dos CD de música, audio digital [Hoyos Familia Grupo Musical], con canciones bilingües nuevas y originales y un cuaderno de ejercicios interactivos para aprender el castellano. Después de diecisiete años de enseñar en la Universidad de Caldas en Manizales, ha venido enseñando en la Universidad Estatal de Augusta en Augusta, Georgia, desde 1995. Ha sido profesor de español básico y avanzado y Literatura Latinoamericana.

 

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