SIMBOLISMO DE LA OBRA «EL ANILLO DE LOS NIBELUNGOS» DE RICHARD WAGNER
Por Erick Reyes Andrade*
Es innegable que Wagner tenía conocimiento y dominio sobre los símbolos trascendentales, y que de alguna manera siempre resuenan internamente en el ser humano esa fusión que hizo entre las ideas orales, manifestadas en cada uno de sus actores —que de por sí trabajó con historias legendarias, trayéndolas del pasado a la mente del espectador— así como la fuerza emocional que expone en la música, quitando importancia a los instrumentos de cuerda y centrando el protagonismo en los instrumentos metálicos; esa exquisitez plural, gestada en la imaginación de un artista completo. Él es universal para el arte, para el drama, para la lírica, es alguien que no puede pasar desapercibido, ya que consagró veinticinco años de su vida para darnos una obra única e iniciática.
Compuso trece obras principales como dramas musicales, cuyo número es una interrogante seria en cuanto plan orquestado desde el inicio, pero existen una obras que requiere un apartado especial, por ejemplo, «El anillo de los Nibelungos». Esta obra muestra la influencia filosófica oriental que ya se vertía en muchos seguidores europeos a principios del siglo XIX y el renacer de leyendas germánicas. La saga comienza con la obra «El Oro del Rhin», esta obra tiene influencia directa de la novena sinfonía de Beethoven, a quien admiraba de manera muy especial. Al inicio de «El Oro del Rhin» se aprecia una creación cosmológica, similar al inicio de la novena sinfonía. Por otro lado, Wagner estudió y admiró la obra de Shakespeare, en la que observó los arquetipos humanos mostrados en personajes fantásticos, algo que el utilizó mucho en sus dramas musicales.
«El anillo de los Nibelungos» es conocida como una tetralogía, aunque él la consideró como una trilogía que tiene prólogo. Cuando comienza esta magnífica obra, nos transporta desde el caos a un orden. Wagner maneja una línea del tiempo de forma cíclica, comienza con la era de oro, luego sigue la de plata, después prosigue con el cobre y por último llega a la de hierro, la cual es una era de perversión; esto se manifiesta en la parte final del drama, esto es, en el «Ocaso de los dioses». Wagner construye sus proyectos por la calidad antes que la cantidad, él trabaja como una entidad integradora, prioriza el Ser sobre el Parecer, y eso lo hace diferente al resto de compositores, también tiene preferencia por lo que hoy llamamos el arquetipo junguiano por sobre el enfoque freudiano. Es un tanto mas mecánico, dentro de su concepción artística prioriza lo vertical sobre lo horizontal, él es alguien que tiene muy claras sus bases filosóficas.
Ovidio, poeta romano del siglo I d.C., escribe sobre la era del hierro, y de manera profética muestra que esta es la que más destrucción ha causado. Las tres eras anteriores lograron un despertar en la consciencia humana, pero la última generó una personalidad diferente: la del poseer, es la aparición del individualismo sin escrúpulos, este tema se manifiesta en el «Ocaso de los dioses», a manera apocalíptica.
Wagner no hace dramas musicales fáciles —cuando esta obra fue puesta en escena, se necesitaron 120 músicos—, sino que trasciende y eso hace que el espectador sea distinto. Su necesidad para la mejor comprensión es que el espectador se compenetre en la obra; su forma musical hace que el relato más importante no esté en el libreto sino en la misma música, por ejemplo en la Valkiria, el dios Wotan está marcado por un leitmotiv, este instrumento genial identifica musicalmente a un personaje, o bien un objeto, o todo lo que la imaginación puede concebir está representado por esas imágenes musicales; de manera muy específica, él llamó a esta creación tema básico, en la obra completa existen alrededor de 300 leitmotiv.
Una apreciación simbólica más profunda en la obra se hace siguiendo la evolución de Wotan, que es el dios principal y también personaje principal de la obra. Al inicio en «El oro del Rhin», este dios tiene un poder político tiránico, muy altivo y absolutista; incluso para permanecer en el poder es capaz de mentir y asesinar, por lo que Wotan hace varios acuerdos con gigantes y Nibelungos (estos son seres que viven debajo de la tierra), que fue escribiendo en su lanza con el alfabeto antiguo de las runas, el manejo de esta escritura sagrada la obtiene estando crucificado durante 9 días sobre el árbol del mundo cuyo sacrificio lo llevó a conocer el significado de cada runa, en esta primera parte de la obra Wotan aparece como un ser mundanal, con características físicas, es un dios que muestra la perversión humana, él se da cuenta de sus propias contradicciones, es por ello que en la segunda obra la Valkiria, sabiendo que engendró una raza fuera de su hogar, la esposa le dice que debe destruir su raza, la que había engendrado con la diosa de la tierra. Aquí Wotan es muy trágico y dramático, es alguien que sufre. En la tercera obra llamada «Sigfrido», Wotan aparece solo como observador, es sencillamente un consejero y un acompañante, y en «El ocaso de los dioses» ya no aparece mas que en el leitmotiv que lo identifica, este dios ya está espiritualizado, es un arquetipo, el del «viejo sabio» que es recurrente en otras obras; este personaje es con quien Wagner se identifica.
La magia que encierra este drama musical de alguna manera cambió la visión del espectador, es quizás la obra mas emblemática que este compositor, creo. Hizo un universo distinto, mas amplio y mas creativo. A más de 200 años de su natalicio aún se exalta y reconoce al primer director de escena, al primer artista total que puso todas las artes al servicio del drama lírico.
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* Erick Reyes Andrade es Ingeniero en Electrónica de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Licenciado en Física Aplicada por la Universidad de San Carlos de Guatemala, especialista en Geofísica de la Universidad de Paris 6 y París 7. Fue docente universitario por mas de 20 años en las universidades de San Carlos de Guatemala, Universidad Marroquín, Universidad Mariano Gálvez, Universidad Galileo. Ha sido investigador del IPGH (Instituto Panamericano de Geografía e Historia), National Geographic Society, Universidad de San Carlos. Ha presentado más de cincuenta conferencias de temas científicos en distintas entidades académicas. Ha publicado artículos científicos en en revistas arbitradas como: National Geographic, Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala. Asimismo, ha publicado en diversas revistas revistas y periódicos de Guatemala, México, Nicaragua, El Salvador, Cuba, Colombia, España y Francia.