Literatura Cronopio

CHICA NAIF

Por Carmen Saavedra*

 «Una no aprende a ser puta en los bares,
         ni en las fiestas, ni en la calle.
         La putería se aprende en soledad»
(Xavier Velasco)

Me busco entre líneas y canciones,
algo para redimir el alma,
algo para  estos domingos eternos.

Nene,
¿es tan complicado darme algo de amor?
sólo quiero que digas lo que necesitas de mí.

Soy una pequeña gata esperando lunas llenas,
caigo de pie y nunca regreso a lugares fatídicos
sí, un poco esquiva, un poco naif.

El goce en el abismo es lo único que tengo,
esta mirada que sigue asombrándose
a pesar de los terribles pronósticos.

El tiempo clava sus fieras navajas
e intento entender mi papel en esta obra,
pero sangro y a veces estoy fuera de control.

Nene,
tú me haces suspirar cuando tocas mi mano
pero sólo me miras y yo no se qué ruta tomar.

Es momento de amor total,
para dar y recibir,
no puedo estar a medias.

Es una época de finales
y conmociones,
tiempo para ser quien realmente somos.

Tú tienes esa magia,
pero necesito que lo susurres,
que digas que necesitas estar aquí.

Que no te importa
que sea un poco esquiva,
apasionada  y naif.

Yo tengo lo necesario para la batalla:

un labial rojo rutilante para sonreír,
cejas a la Betty Page
y un corazón nocturno que no se derrota.

TERCIOPELO ROJO

  «Sólo lo que se hace apasionadamente
        merece nuestro afán,
        lo demás no merece la pena»
(Ernesto Sábato)

Hemos vivido en exceso
pidiéndole  más tiempo al tiempo
peleando con los espejos heredados

Llega la tarde
pinto mis labios de terciopelo rojo
y compro un pasaporte para volar

Terminaré dignamente la faena
borro los gestos de amargura
no me quiebro, no me quiebro, no

Quedo sola al despedir a todos
en esta tarde de viernes
quedo sola y conmigo

Mi flama es intensa pero breve
si no me alimentas de verbo y tacto
fenezco–muero–sucumbo–me voy

He abierto mi cuerpo y corazón
soy tantas mujeres ahora
que no me niego ni reniego

Apuesto mi resto cada día
esperando a pesar de las amenazas
algo bueno algo humano

Escucho melodías de antaño
y me siento insaciable y triste
pidiéndolo en voz alta:
quiero un amor grande
esta noche

CORAZÓN VORAZ

        «Lo quiero todo, claro. Y eso no puede ser.
        ¿Cómo puedo pretender el equilibrio
        en la exageración?  Pues así soy yo»
(Pedro Almódovar)

Tengo un corazón voraz
insaciable y ardiente
con largas ideas
sobre lo incesante

Nací sirena
anfibia
múltiple

Mis afilados colmillos
saben devorar
encontrar la masmédula

Y aunque mis días están marcados
logro sonreír cada mañana
aceptando las soledades
las distancias implacables

Construyo pequeños actos heroicos
y al verme reflejada en el cristal
me cortejo e invito a salir

Ocurren 24 horas:
termino la jornada
abrazada a mí misma

OCHENTA

«No soy una mujer de vida ligera,
            soy una mujer de vida vertiginosa»
(Pedro Almodóvar)

Doy vueltas al mundo
en ochenta esperas
doy vueltas y vueltas
y no sé si quiero
ir o regresar
tengo esta incertidumbre de domingo
indecisa por el tono de piel que usaré
por no saber si romperé mis propios mitos
si venderé mi alma al diablo
o si firmaré convenios para ser legal
todo pasa tan rápido
siempre lo han sabido mis ojos
mis manos
quisiera creer y a veces creo
pero también evito la anestesia colectiva
el creer que soy parte de algo que no existe
busco monedas para costear mis ansiedades
busco alas para que me lleves a tu casa
en esta noche
todo es automatismo atropellado
como el auto sin frenos que soñé
eso
eso es
ir de un lado a otro
pero sin saber nunca donde está el maldito pedal
que llaman freno
y la carretera siempre ahí
y me gusta usar perfume de hombre
oler a madera y bosque
porque recuerdo esa noche en el sur
y loca y húmeda y desesperada
sólo me atrevo a creer en ti
y en algunas cosas más
y te digo que tengo ochenta esperas
almacenadas para ti
porque yo sé que tú sabes bien lo que digo
y esto es real para mí
esta furiosa esperanza
saber que me lees profundamente
que nuestras venas se entrelazan
cuando se me va el aire
y pienso en tus besos
en tu piel sobre sobre la mía
ya ves
esto empezó siendo un poema triste
de vehemencia existencial
y ahora estoy inundada de tu recuerdo
de estas ganas de volar a tu lado y
tatuarme otra vez tu nombre
tu voz
y yo sé
que tú también te sientes algo menos solo
cuando te escribo y te digo
y tú sabes
que mi alma espera tu venida gloriosa
que me hará santa
aunque suspire blasfemias
la música duele pero me da por imaginar
que piensas en mí
esta noche
y deseas igual que yo
que nuestros puntos cardinales
vuelvan a coincidir
algún día
otra vez
(Continua página 2 – link más abajo)