ACTOS HUMANOS, DE HAN KANG

0
50

actos humanos de han kang

Por Mónica Quintero Restrepo*

Hay libros que se pegan a vos. No te abandonan aunque los termines. Piensas en ellos, hablas de ellos, los pones en tu lista de favoritos cuando alguien te pregunta por tus libros favoritos. Y por semanas es como si solo hubieras leído un libro en tu vida, ese: Actos Humanos, de Han Kang.

Violeta, mi amiga más lectora, me dijo que me leyera La Vegetariana antes de que a Han Kang le dieran el Nobel. Tenía una lista muy larga y lo puse delante de otros cinco. Cuando llegó la noticia de la Academia, no había llegado a él, entonces Violeta me miró con cara de adelantálo, no te arrepientes.

Tenía razón, tremendo libro. La forma como está narrada la primera parte, que fue la que más me gustó, me pareció sutil, clara, directa y pegajosa: hay que seguir leyendo. El esposo es el narrador, y empieza así: «Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial. Para ser franco, ni siquiera me atrajo cuando la vi por primera vez».

Luego, Violeta una noche me dijo: You need to read Actos humanos by Han Kang.
Bueno, dije.
Her descriptions of the dead bodies are… so detailed and raw, terrifying but really well written at the same time.
Y empecé esa misma noche.
Puedo decir que me dolió casi desde el inicio, que estuve incómoda todo el tiempo y, sin embargo, no quería dejar de leer. Tenía que seguir, saber más, que me doliera más. Estaba conectada con la historia, con la forma, con el dolor.

«Parece que va a llover… ¿Y si llueve de verdad?
Murmuras en voz alta, entrecerrando los ojos y observando los gingkos delante del edificio del Gobierno Provincial, como si de pronto fuera a aparecerse la silueta del viento entre las ramas que se agitan, como si las gotas de lluvia fueran a salir expedidas de los resquicios del aire para quedar flotando en la atmósfera como brillantes gemas cristalinas».

Ese inicio, poético, pero además con ese juego de si llueve de verdad, que te cuestiona ya sobre la lluvia, pero que te dice que hay algo más profundo ahí, no da muchas pistas sobre lo que sigue. Este es un libro en el que Han Kang narra la matanza de mayo de 1980 en la ciudad de Gwangju, cuando muchos estudiantes y civiles se movilizaron contra la dictadura militar de Chun Doo-hwan. El ejército reprimió las protestas disparando a la multitud. Los muertos, según activistas de derechos humanos y académicos, se estiman en alrededor de 2.000, aunque las autoridades reconocieron solo 166.

La novela está contada en varios actos, desde diferentes voces de las víctimas o los supervivientes. Es de las cosas más bellas: esa polifonía, esas formas distintas de narrar las diferentes visiones. Y en todas, sin embargo, la tristeza, el horror. Han Kang cuenta y describe con una sutileza en el lenguaje que hace que uno lo sienta todo. Se siente todo, incluso la impotencia.

«Echas un último vistazo antes de salir del polideportivo. No se ven las almas por ningún lado. Solo están los cuerpos tendidos en silencio y el terrible hedor cadavérico».

Mi capítulo favorito fue el segundo. De esos momentos en el que uno quiere ser una escritora como ella. ¡Wow!, es la única palabra que se me ocurre. El que narra es uno de los muertos, convertido ya en fantasma:

«Nuestros cuerpos estaban apilados en forma de cruz.
Sobre mi barriga tenía a un señor desconocido, colocado transversalmente en un ángulo de noventa grados, y encima de la barriga del señor, había un joven bastante mayor que yo, también desconocido (…). Mi cuerpo, aplastado por la mole de cadáveres, era el segundo desde abajo».

Este es un libro que, más que leer, se siente. Y aunque suceda en Corea del Sur, tan lejos, es una historia cercana, está hablando del ser humano, de una tragedia. Luego, si uno es de Colombia, donde sabe que han pasado tantas historias de violencia, donde hay tantos muertos, donde sigue habiendo tantos muertos, la conexión es mayor: te hace pensar sobre tu país, sobre nuestra historia. Me hizo preguntar sobre cómo nos hemos narrado, sobre el silencio que hemos hecho.

Los libros no tienen ninguna función, ese no es un peso con el que deban cargar. Sin embargo, es imposible no conmoverse con Actos Humanos, y es imposible no entender muchas cosas, tantas injusticias. No cuestionar y cuestionarse.

Es difícil recomendar un libro tan doloroso, cuando no hay manera de describirlo. Se me ocurre que esta es la mejor manera: leélo, en serio, andá leélo ya, ponélo de primero en la lista [1]. Es como una necesidad por ser humanos, y más en un mundo en el que están pasando tantas cosas —en la política, en las relaciones con los otros, en derechos humanos…—, en el que parece que cada vez se pierde más la empatía y nos preocupamos menos por los otros, porque prevalece el individualismo, como si no estuviéramos interconectados.

Leí Actos Humanos a finales del año pasado y todavía hablo de él.

La academia sueca supo describir a Han Kang: «Por su intensa prosa poética que confronta los traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana».

Es eso, lo que hace Han Kang muy delicadamente: exponer la fragilidad humana. Y es imposible que, como humanos, uno no quede expuesto.

«Sin embargo, también sentí esperanza.
Necesitaba más recuerdos.
¡Rápido! Tenía que hilar otros recuerdos antes de que se me olvidaran».

Hay que hilar más recuerdos y más historias antes de que se nos olviden.

Hay que hablar más de lo importante.

Para que no se nos olvide.

NOTA:

[1] En las expresiones propias del dialecto paisa hemos puesto algunas tildes, gramaticalmente innecesarias, pero que se dejan para facilitar la lectura. (Los editores).

____________

*Mónica Quintero Restrepo. Tiene un alter ego que es Camila Avril. Le gusta ser cualquiera de las dos. Es periodista cultural, máster en Hermenéutica Literaria y aprendiz de pastelera. Escribe poemas, a veces relatos y ahora un libro fragmentario sobre el papá muerto. Publicó el libro de poemas «Tal vez a las cinco» con Sílaba Editores en 2022. Actualmente estudia la maestría en Escrituras Creativas de la Universidad de Iowa, en EE. UU.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.