ALEIDA SE DESTAPA
Por Leo Castillo*
Aleida nos recibió en su exclusivísimo apartamento de Armenia. La entrevista concedida, sin pelos en la lengua como nunca, por el célebre personaje de la escena cultural en Colombia la ofrecemos aquí sin editar. Solo para adultos. Disfrútenla, que de esto no dan mucho.
¿Qué edad tiene y dónde nació Aleida?
Predecible y muy mal comienzo si de infidencias hablamos. Esperaba que me preguntara al menos por mi último desencuentro amoroso. Pero, en fin, no espero gran cosa en el tema sexual de un candidato en nuestras elecciones. Nací en La Mollera de Vladdo, una región relativamente compleja de nuestra excitada geografía; tengo más de treinta años y menos de cuarenta.
Sus ideas políticas…
La política es frígida en términos sexuales; intelectualmente, obscena.
¿Cómo le gusta un hombre?
Lo prefiero desnudo y a solas en principio; vestido y a leguas en seguida.
¿Se ha enamorado alguna vez y durante cuánto tiempo?
Me enamoro cada vez… durante menos tiempo.
¿Qué piensa de la infidelidad?
Es la única salida que le queda a una mujer fiel.
¿Le has sido infiel a alguno de tus amantes?
Jamás. Siempre han resultado fieles a su promiscuidad.
¿Qué opina del matrimonio gay?
Más me interesaría el divorcio gay. Igual habría que ser muy marica como para quererse casar en este país de depredadores, incluso si no son políticos tradicionales.
¿Qué es para Aleida el amor?
Una ocasión para amar el valor de la soledad.
¿Prefiere hombres hechos y derechos o le gustan sardinos?
Me interesa de un hombre más que su cédula su edad sexual.
¿Tiene alguna manía especial con sus amantes?
- ─Mmmm… desencantarme y desencantarlos (por asepsia, de mi parte.)
¿Se ha sentido alguna vez vacía?
Tanto como pueda estarlo mi cama.
¿Significa que no sabe estarse sin compañía?
Admito que prefiero un plato desabrido, pasado de grasa o de chile a un día sin probar bocado. (Risas).
¿Le gustan las rosas, el tango a media luz, el champán?
Como a todas, pero lo cambio gustosa por un buen coito.
¿Qué es un buen coito?
Terminar satisfecha y desear más.
¿Sucede a menudo?
Siempre que haya química. Es la clave del encuentro pleno, antes que veteranía, atractivo físico o buenos modales: ¿no dice nada Sade que la delicadeza no tiene ningún valor en el placer?
¿El sexo sucio?
Se define como el desconocimiento del otro. Entre quienes se comprenden todo se vale, nada es extraño ni repelente.
¿La han dejado plantada alguna vez?
No, sino que los impacientes no saben esperarla a una más allá de un par de horas de retraso, llega una y los espera hasta cinco minutos y nunca aparecen; toca irse con las ganas insatisfechas. ¡Cuán torpes son los hombres!, ¿quién los entiende?
¿Coqueta?
Hasta dormida.
¿Cuidadosa, muy exigente a la hora de escoger con quién se va a la cama?
No siempre. Prefiero conocer sobre el terreno. En esto no hay esquemas, y luego me gusta que me sorprendan.
¿Qué piensa de la violencia contra la mujer?
Es directamente proporcional a la desventaja masculina, a su impotencia.
¿Quién la viste?
¡Ay!, estoy más bien preocupada por quien me desviste.
¿Ha sido objeto de acoso sexual?
No. No soy tan difícil.
¿Le gusta tomar la iniciativa?
Salvo caso de abuso, la que decide es siempre la mujer.
¿Tiene muchos amigos?
Sólo aquellos en quienes finco alguna expectativa erótica. Soy un ser interior con o sin interiores, de modo que es un tema de interioridades sincronizadas.
¿Se considera sentimental?
Lo soy siempre que estoy preparada para que me rompan el corazón. Pero a veces sucede sin querer y duele más.
¿Le gustan los niños?
Está bien, siempre que no tengan que ser míos.
¿Celosa?
De lo que no tengo. Igual, como en la carrilera, felizmente «nada es eterno en el mundo».
¿Sueña con casarse?
Esa no se cuenta entre mis pesadillas recurrentes.
¿Cuál es su pesadilla más terrible?
Hallarme sin boca para decir lo que pienso, como en esa caricatura que difunden de mí.
¿Qué piensa de Vladdo, su célebre paisano?
A veces lo tengo por un mal havladdo y peor pensado, pero no es un mal hombre.
¿Cuánto le gustan los hombres?
Tanto cuanto los deploro. Los dos extremos se alternan y balancean en mí.
¿Qué dice su psiquiatra al respecto?
Que es de lo más sano, humilde y sabio, la célebre aurea mediocritas horaciana.
¿Alguna idea fija?
No consigo olvidarme de mí misma y así no se puede ser feliz.
Tiene usted algo de vampiresa, seductora y algo malévola… ¿cree usted en Dios?
Si pienso en nuestros modernos pastores, cuido mi sangre: prefiero chuparla a que me la chupen. (Risas).
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*Leo Castillo es un reconocido escritor y cronista colombiano. Ha publicado los libros: Convite (Cuentos), Ediciones Luna y Sol, Barranquilla, 1992 Historia de un hombrecito que vendía palabras (Fábula ilustrada), Ib., Barranquilla, 1993. El otro huésped (Poesía), Editorial Antillas, Barranquilla, 1998. Al alimón Caribe (Cuentos), Cartagena de Indias, 1998. De la acera y sus aceros (Poesía), Ediciones Instituto Distrital de Cultura, Barranquilla, 2007. Labor de taracea (Novela, 2013). Tu vuelo tornasolado (Poesía, 2014). Los malditos amantes (Poesía, publicado por Sanatorio, Perú, 2014). Instrucciones para complicarme la vida (Poesía, 2015). Documental sobre Leo Castillo: https://www.youtube.com/watch?v=Ec_H6WMsU-c Colaborador de El Magazín El Espectador; El Heraldo y otros diarios del Caribe colombiano. Colaborador revistas Actual, Vía cuarenta (Barranquilla); Viceversa Magazine, Revista Baquiana (USA); copioso material en sitios Web.
La mejor entrevista de los últimos tiempos .
Deja en claro que la mujer colombiana es de las senxuales del planeta.
Joodeeerrrr,no tenía ni idea que Aleida fuera a salirnos bisexual, bien por su felicidad. Gracias a Leo castillo Aleida pudo salir del closet publicamente.
¡Ahí está pintada Aleida!