Literatura Cronopio

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CIVILIZACIÓN Y BARBARIE EN FACUNDO DE SARMIENTO

Por Clary Loisel*

Sarmiento ofrece el primer ejemplo preclaro de un estudio sistemático y consciente de la problemática que la nueva cultura encierra. Sus consideraciones están recogidas en su libro Facundo, civilización y barbarie en el que con ambiciosa mira política explica la idiosincrasia del pueblo argentino y el significado de su historia. La solución que va a proponer es la de imitar el ejemplo de los Estados Unidos en el deseo de lograr también la prosperidad de aquella nación. No extraña, por tanto, que para el plan de la redacción de Facundo tuviera a la vista la ya famosa De la Démocratie en Amérique, de Alexis de Tocqueville, cuya primera parte había visto la luz en 1835, y la segunda en 1840. El autor francés estaba influenciado por los conceptos de democracia y libertad de Charles de Montesquieu, y por la filosofía de Víctor Cousin, según la cual el hombre es el producto del medio ambiente. Tocqueville inicia su obra con una descripción positivista de las regiones estadounidenses y sus condiciones geopolíticas. Acude, a continuación, a la historia y formación de las colonias anglosajonas para explicar el sentimiento que inspiró las leyes de esta comunidad y detalla luego las excelentes instituciones de la nueva democracia.

El Facundo, aunque diferente en su desarrollo, posee un programa paralelo. Comienza con la descripción física de la República Argentina. «El mal que aqueja a la República Argentina es la extensión» y pasa al estudio de la «originalidad y caracteres argentines» (11). Al no poder presentar un pueblo sabiamente ordenado por sus leyes, hace un resumen de los acontecimientos ocurridos desde la Independencia hasta el momento de la dictadura de Rosas. Con certero sentido literario, Sarmiento escoge la vida de Facundo Quiroga, uno de los más afamados caudillos de los llanos, para representar el instinto de violencia del argentino, que ha sido la causa de las desgracias nacionales (Corro 82). Se desarrolla sistemáticamente la idea de que el gaucho es una fuerza violenta, similar a las hordas de cosacos o beduinos, que debe ser dirigida por una mentalidad europea que organice e imponga ley y destino. El «rosismo» significa la negación de los principios fecundos y bienhechores de la civilización. Las luchas intestinas las juzga como la expresión del antagonismo entre la civilización y los impulsos de la barbarie. En Argentina la tarea de la Ilustración había sido debilitada y herida por el vigor de los llanos, por el salvajismo de la pampa. Los caudillos gauchos, como Facundo Quiroga o Manuel Rosas, representan para el autor una tendencia antiprogresista y caótica, que gobierna únicamente mediante la fuerza (González Echevarría 38). El ilustre político denuncia a Rosas, y a lo que éste supone en el orden de las ideas; y, al mismo tiempo, advierte que el futuro del país esté pronto en manos de los intelectuales jóvenes que se han educado en el extranjero y en los que coloca su esperanza.

El autor propuso un programa político de reconstrucción nacional: es decir, la educación pública, la inmigración europea y el progreso técnico-económico. Esta dialéctica era tan sencilla que Sarmiento mismo la encontró insuficiente, y mientras escribía Facundo, tenía que complicarla con paradojas, omisiones y reservaciones que contradicen su tesis. El campo no era tan bárbaro; las ciudades no eran tan civilizadas. Lo interesante es que Sarmiento ve el potencial gaucho (Rosas en particular) de apoderarse de la capital. Esto conduciría a la barbarización de la civilización. Así las fronteras que habían sido muy distintas entre la civilización y la barbarie llegan a ser más y más obscuras. Además, Sarmiento simpatizaba estéticamente con las costumbres gauchescas que, en el nombre de principios políticos, desdeñaba:

Su carácter moral se resiente de su hábito de triunfar de los obstáculos y del poder de la naturaleza; es fuerte, altivo, enérgico. Sin ninguna instrucción, sin necesidades, es feliz en medio de su pobreza y de sus privaciones que no son tales para el que nunca conoció mayores goces ni extendió más altos sus deseos, de manera que si esta disolución de la sociedad radica hondamente [en] la barbarie por la imposibilidad y la inutilidad de la educación moral e intelectual, no deja, por otra parte, de tener sus atractivos. (20)

«Facundo y yo tenemos afinidad» Sarmiento exclamó una vez. Dentro del esquema dinámico con el cual Sarmiento dio significando a su percepción del país —civilización y barbarie— la sombra terrible de Facundo adquirió una artística realidad ponderadora porque él no era simplemente un tema retórico, sino una presencia en el seno de Sarmiento (Franco 18). Facundo nos impresiona como un personaje vivo precisamente porque lo que le da vida es la imaginación del autor. Y los toques exagerados con los cuales Sarmiento pinta la criminalidad: lascivia, valor y primitivismo de Facundo no vienen solamente del intento de denigrarlo, sino también porque, para el Sarmeinto romántico, toda la naturaleza inclusive la de Facundo, estaba agitada por algo tremendo, fascinante y catastrófico. La aprenhensión del misterio horrible de la barbarie le dio a su obra un toque melodramático. No obstante, su Facundo, con todos los elementos fantásticos y exagerado, era real.

El escritor sanjuanino se encomendó a la tarea de forjar las bases del estado ideal americano. En su mente surgió la magna y generosa ambición de ordenar una utopía en una tierra fecunda examinando la red de oposiciones entre la civilización y la barbarie.

OBRAS CITADAS

Corro, P. del Gaspar. Facundo y Fierro. Buenos Aires: Castaneda, 1977.

Franco, Jean. Modern Culture of Latin America. Baltimore: Penguin Books, Inc., 1970.

González Echevarría, Roberto. Modern Latin American Literature: A Very Short Introduction. Oxford: Oxford University Press, 2012.

Sarmiento, Domingo F. Facundo. México: Porrúa, S.A., 1980.

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* Clary Loisel. Profesor norteamericano, titular de español y estudios latinoamericanos en la Universidad de Montana. Recibió su doctorado en lenguas y literaturas romances de la Universidad de Florida. Sus publicaciones incluyen traducciones de literatura mexicana al inglés y artículos sobre literatura hispanoamericana. Sus intereses también incluyen la literatura brasileña.

Correo-e: clary.loisel@umontana.edu

Web: https://hs.umt.edu/wgss/faculty-satff/default.php?s=Loisel

 

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