JUNIO 3
Por Santiago Andrés Gómez Sánchez*
Hay gente que no disimula su rabia conmigo y lo que hemos hecho mis amigos y yo. Pero bueno, supongo que eso habla de nuestro impacto.
Junio 7
Te levantas, un poco desvelado, o simplemente despierto en la madrugada, con el sencillo deseo de ir andando por el mundo, sin demasiada severidad, Santito, sin demasiada severidad, pero ese mundo te fuerza a ser más que riguroso, estricto. No le hagas mucho caso, Santito. Me he dado cuenta, yo, Santiamén, que es un payaso el mundo. Quiérelo, síguele el juego, porque es medio cuerpo tuyo, pero no te lo tomes muy en serio, bacán. Al fin, eres medio cuerpo suyo, tú, de ese tu mundo, también. A ti mismo, no, no te tomes demasiado en serio. La dimensión payasa de tu persona alcanza lugares como este, a las 4:38 de la mañana, y lo que importa es la carcajada que sepamos liberar frente a nuestra imagen. Sagrado es eso, justamente, y pocas cosas más. De hecho, sagrado el mundo, también, en sus zonas de contacto. Eso, esas miradas que nos echamos. Los saludos que aprendemos a no dar. Cosas así.