CRÓNICA DE UN ESCRITOR GLOBALIZADO
Por Óscar Osorio*
Caminaba yo en compañía del profesor Fabio Martínez y él me dijo algo así como que yo estaba por ahí en un panel sobre literatura colombiana y globalización en la Feria del Libro. «¿Qué? ¿Cómo así? Yo no sabía nada. Yo no tengo nada preparado. Mejor que me borren, que me den ‘delete’», le dije. Seguí hacia el salón de clases y no pensé más en el asunto. Dos días después encontré mi nombre en la programación de la Feria. Ahí estaba, al lado de otros escritores, éstos sí flamantes. Ya así la cosa se ponía peluda —como decía mi abuelo—, porque —pensé— qué «boleta» no aparecerme por allá, voy a quedar como un… como dicen mis estudiantes. Y como la vanidad también empuja, la idea comenzó a rondar en la cabeza y a quitarme la tranquilidad.