EXPLORACIÓN INFRA Y ULTRAPERCEPTIVA EN LA OBRA LITERARIA DE JUAN BENET
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Por Jorge Machín Lucas*
«E instantáneamente todo quedaría en silencio
y en penumbra, luz y humo
disipándose ante el mismo soplo…»
(Un viaje de invierno. Diego Martínez Torrón.
ed., intr. y notas. Madrid: Cátedra, 1989. 209).
Es en la profundidad de los numerosos silencios y de las abundantes penumbras, tinieblas y sombras en donde Juan Benet (1927–1993) trata de encontrar «toda una ciencia del destino» (Volverás a Región. Víctor García de la Concha (com.). Barcelona: Destino, 1996. 267). Eso lo hace más allá de las variadas interpretaciones a que nos lleva el uso más denotado de esos sustantivos, sobre todo del silencio, las cuales incluyen traumas, imposiciones, represiones, ocultaciones, inquietudes, calmas o aquiescencias, detectables por ejemplo en su novela Un viaje de invierno (324) y en Cuentos completos en «Sub rosa» 187, 205 y 215, «Numa, una leyenda» 230-2 y «El demonio de la paridad» 477 (Madrid: Santillana –Alfaguara–, 1998). En el interior de esos cronotopos bajtinianos o espacios–tiempo de prosa poética, de misterio, de indeterminación y de incertidumbre, rasgos todos ellos tan postmodernos, tal vez se podrían localizar las claves gnoseológicas para entender nuestro progreso hacia un hipotético fin de la historia, si es que lo hay, en el punto más alto posible de la justicia y de la igualdad universales.