COMPETIR FRENTE A COMPARTIR O UNA VISIÓN QUIZÁ INGENUA DE LA REALIDAD
El capitalismo se basa en la competición, en la idea de que al competir sacamos lo mejor de nosotros mismos. El deporte es claramente el ejemplo. Pero lo cierto es que la competición también saca lo peor de nosotros mismos. El deporte es claramente el ejemplo. Pero además, el mismo concepto de competición implica el que existan ganadores y perdedores. En un juego no importa que haya un perdedor, porque al fin y al cabo; la finalidad principal es divertirse, y se divierte casi tanto el que pierde como el que gana. Pero en la vida ser perdedor sí que es importante, no para la mayoría de los ganadores, claro, pero sí para los millones de perdedores que el sistema deja en la cuneta. Los pobres de toda la vida, vaya. Un sistema que por definición debe dejar en la cuneta a miles, millones de personas para que siga funcionando no puede ser un buen sistema, salvo para quienes lo miran siempre desde el mismo lado. Pero es el mejor sistema posible, me dirán. ¿Seguro?