ENGAÑO
Por Natalie Sammarco*
Traducción de Camilo Ramírez**
La lluvia apenas se deslizaba desde las nubes oscuras que colgaban sobre la ciudad. Mi paso se aceleró y mi corazón saltó en el lugar del siguiente café donde sabía que estaría el hombre. Se trataba de una cara que nunca olvidaré. Las puertas se abrieron y esperé mientras dos damas salieron antes de yo entrar al cuarto. El aroma de los granos de café estaba en el aire y también una fragancia distintiva a menta. Mis ojos fueron directamente hacia donde él había estado sentado los últimos dos días. Ahí estaba de nuevo. Una pierna cruzada sobre la otra, la mano agarrando una humeante taza de café y su cara delgada y pálida apuntando abajo hacia un periódico. Se veía como un hombre de negocios bastante exitoso, alguien con quien no querrías meterte en apuros. Es ahora o nunca. Me le acerqué y me senté frente a él. Sus ojos no se desviaron de la prensa mientras preguntó.